Mirad que foto más chula en el cielo, de los alrededores de la iglesia.
Una apunta y a ver que sale. Hasta que no la descargas en el ordenador no sabes que has captado.
Una cigüeña, que ayer había un montón de ellas en la torre de la iglesia. Van como locas buscando un nido y resulta que en la torre ya hay dos. A ver quien es la guapa que se la queda.
Todavía sigo hablando de Pedro, pero desde otro ángulo. Porque la vida se reserva paradojas lo queramos o no. Que una persona como Pedro, de qué hablar en Tardajos, tiene su enjundia. Por la rareza de su muerte fue noticia. Y noticia en prensa y televisión, que yo sepa. Y gratis, que también es otro factor a tener en cuenta. Porque cuando la noticia tiene su peso en oro, se abre puertas ella sola a la actualidad. Y eso ocurrió con Pedro.
Y si lo miramos desde el lado de la noticia, también. En París:" un tardajeño muere por las actuales olas de calor..."
En París, la cuna del cine que regaló otro tardajeño por vicisitudes de la época, ya que estaba prohibido ser inventor, cura y español. Pero la generosidad de Mariano Díez Tobar no tuvo límites. A él no le importó nada que le prohibieran atribuirse el invento. Y regalaba sus inventos a quien quisiera y pudiera ser autor, y materializar sus proyectos.
La gala de ser un descubridor y un inventor por una entra de cine....
Y París, acoge al príncipe sabio y al mendigo humilde. Ambos de Tardajos.
¿Es que esto no es la paradoja más grande que pueda existir?
Me quedo maravillada de los tardajeños, que por una u otra causa, hacen de Tardajos la cuna de gente extraña y prodigiosa.
Una apunta y a ver que sale. Hasta que no la descargas en el ordenador no sabes que has captado.
Una cigüeña, que ayer había un montón de ellas en la torre de la iglesia. Van como locas buscando un nido y resulta que en la torre ya hay dos. A ver quien es la guapa que se la queda.
Todavía sigo hablando de Pedro, pero desde otro ángulo. Porque la vida se reserva paradojas lo queramos o no. Que una persona como Pedro, de qué hablar en Tardajos, tiene su enjundia. Por la rareza de su muerte fue noticia. Y noticia en prensa y televisión, que yo sepa. Y gratis, que también es otro factor a tener en cuenta. Porque cuando la noticia tiene su peso en oro, se abre puertas ella sola a la actualidad. Y eso ocurrió con Pedro.
Y si lo miramos desde el lado de la noticia, también. En París:" un tardajeño muere por las actuales olas de calor..."
En París, la cuna del cine que regaló otro tardajeño por vicisitudes de la época, ya que estaba prohibido ser inventor, cura y español. Pero la generosidad de Mariano Díez Tobar no tuvo límites. A él no le importó nada que le prohibieran atribuirse el invento. Y regalaba sus inventos a quien quisiera y pudiera ser autor, y materializar sus proyectos.
La gala de ser un descubridor y un inventor por una entra de cine....
Y París, acoge al príncipe sabio y al mendigo humilde. Ambos de Tardajos.
¿Es que esto no es la paradoja más grande que pueda existir?
Me quedo maravillada de los tardajeños, que por una u otra causa, hacen de Tardajos la cuna de gente extraña y prodigiosa.