Pero que no crea que los demás somos tontos y nos pueden engañar. Que el engaño se producirá, pero a fuerza de muchos engaños seguidos en contenido y forma.
Una vez me contaron que había una monja en Rabé de las Calzadas que enseñaba a sus alumnas que no fueran tontas. Y les decía:
"Pecad de malas pero no de tontas".
Y a mi, que me acerqué por estos lares, también me pasaron la consigna. La dulce monjita todavía vive, y se ha pasado la vida enseñando y abriendo los ojos a muchos y muchas de por aquí.
Una vez me contaron que había una monja en Rabé de las Calzadas que enseñaba a sus alumnas que no fueran tontas. Y les decía:
"Pecad de malas pero no de tontas".
Y a mi, que me acerqué por estos lares, también me pasaron la consigna. La dulce monjita todavía vive, y se ha pasado la vida enseñando y abriendo los ojos a muchos y muchas de por aquí.