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MIS DIEZ MINUTOS
Estaba pensando qué foto poner hoy para seguir por las páginas del diario de Burgos. Y me encuentro con esta de mis diez minutos. Si después de tanto y tanto como he expuesto hasta ahora, y en todos los sentidos, voy a tener miedo de dar la cara, que siempre la he estado dando y solo por amor a Tardajos.
Nunca perseguí la gloria, pero es que mi impulso vital... no me dejó quedarme tranquila, mientras veía injusticias. ¡Dios!, que me salió la vena de mi abuela y por más que me aconsejaran," no te levantes, no hagas eso, déjaselo a ellos", de una amiga; no pude. Y la que me cayó por eso, pero no me arrepiento.
No lo logré, pero al menos me queda el consuelo de haberlo intentado.
"Así, de esta manera, lo habréis perdido todo. Usad la palabra de Mariano, que siempre la persiguió, incluso cuando el cine era mudo. Y quería hacerlo hablar y lo hizo. "
" ¿Es que eso solo, no os puede hacer sentir orgullo, que una persona de aquí fuese un verdadero genio, aunque nadie se lo haya reconocido nunca?. A mi sí si me hace sentir orgullo de que mis hijos lleven sus genes. Que alguna vez volverán aquí, que somos muchas las que lo hemos hecho posible en nuestros hijos e hijas".
"Y él, en estas circunstancias iría nada mas que con la palabra y las razones."
Aquello fue emocionante de verdad, cuando me aplaudiste, pero ojalá no lo hubieras hecho y lo hubiérais asimilado de una vez por todas.
¡Qué pronto se me acabaron aquellos minutos de gloria!
¿Y todavía he de callarme?
Es que no puedo, es mi impulso vital que no me deja quedarme ni sentada ni callada. Y encima es que no tengo que levantarme, ni hablar, que lo hacen por mi las nuevas tecnologías.
Estaba pensando qué foto poner hoy para seguir por las páginas del diario de Burgos. Y me encuentro con esta de mis diez minutos. Si después de tanto y tanto como he expuesto hasta ahora, y en todos los sentidos, voy a tener miedo de dar la cara, que siempre la he estado dando y solo por amor a Tardajos.
Nunca perseguí la gloria, pero es que mi impulso vital... no me dejó quedarme tranquila, mientras veía injusticias. ¡Dios!, que me salió la vena de mi abuela y por más que me aconsejaran," no te levantes, no hagas eso, déjaselo a ellos", de una amiga; no pude. Y la que me cayó por eso, pero no me arrepiento.
No lo logré, pero al menos me queda el consuelo de haberlo intentado.
"Así, de esta manera, lo habréis perdido todo. Usad la palabra de Mariano, que siempre la persiguió, incluso cuando el cine era mudo. Y quería hacerlo hablar y lo hizo. "
" ¿Es que eso solo, no os puede hacer sentir orgullo, que una persona de aquí fuese un verdadero genio, aunque nadie se lo haya reconocido nunca?. A mi sí si me hace sentir orgullo de que mis hijos lleven sus genes. Que alguna vez volverán aquí, que somos muchas las que lo hemos hecho posible en nuestros hijos e hijas".
"Y él, en estas circunstancias iría nada mas que con la palabra y las razones."
Aquello fue emocionante de verdad, cuando me aplaudiste, pero ojalá no lo hubieras hecho y lo hubiérais asimilado de una vez por todas.
¡Qué pronto se me acabaron aquellos minutos de gloria!
¿Y todavía he de callarme?
Es que no puedo, es mi impulso vital que no me deja quedarme ni sentada ni callada. Y encima es que no tengo que levantarme, ni hablar, que lo hacen por mi las nuevas tecnologías.