También he oído: "Fue de fracaso en fracaso hasta conseguir el éxito".
No importa cuántas veces se fracase en la vida, si de cada error, de cada paso mal dado, de cada mala experiencia, de cada zancadilla, de cada batacazo o porrazo uno al final aprende, y por fin llega un día en que saboree las mieles del triunfo.
¿Para cuando será eso?
Cuando se hayan revisado bien todos los errores, se haya eliminado todo lo malo que nos hizo fracasar; se estudie bien el terreno y se sepa dónde hay un obstáculo, dónde un bache, dónde un socavón.
Se asimilen los fallos, no que se prendan del olvido, sino que se reconozcan como tales. Se aprendan para no volver a caer una y mil veces en el mismo error.
Nadie nace enseñado, y menos si se guía de malos o falsos maestros. De gente que no busca tu bien y sí, el suyo propio. Pero si uno se para a meditar, en seguida cae en la cuenta de quien te adula porque sabe que va a sacar algo en limpio.
Hay que desconfiar de los zalameros que algo quieren.
A veces es mejor que a uno le den un revés, le contradigan, le pongan las peras a cuarto; a que le faciliten todo, y no le dejen ver por si mismo.
No hay como ver cada uno con sus propios ojos.
Nunca hay que apesadumbrarse por nada ni por nadie. Nadie es peor ni mejor que nadie, pero está claro que cada uno es único, y que mirando a los demás e intentando ser como ellos no se consigue nada - no esperes que éstos te vayan a dar nada si tu no estás dispuesto a concedértelo-.
Hay que buscar en cada uno, porque todo está en nuestro interior, lo que pasa es que hay que buscarse a si mismo y eso es lo complicado en el mundo de hoy, que no te deja pensar y que te lleva de aquí para allá como alma en pena.
Pero un día llega en que la vida te ha vuelto a dejar en la cuneta por enésima vez, y no hay más remedio que aceptarlo.
Entonces es un buen momento para volver a empezar de cero pero contando con todo lo aprendido del mal paso o del desnivel que sufriste, que lo más seguro es que no fuera culpa tuya, sino de tu tiempo y circunstancias que te tocó vivir.
Nadie como uno mismo sabe qué le ha pasado, quien le traicionó; quien, en sus horas bajas le prestó ayuda...
Eso hace que dentro de cada uno haya personas inolvidables que mereció la pena conocer. Y de esas, hay muchas, pero hay que saberlas buscar.
No son amigos, todos los que se llaman "amigos" tuyos. Los hay muy dañinos, que buscan tu ruina física y moral. La vida es así, lo queramos reconocer o no; y cuanto antes nos demos cuenta mejor.
El siguiente consejo, es muy costoso pero muy real:
"Mas vale estar solo que mal acompañado".
Si la soledad es mala pero es peor que a uno le traten mal, le falseen, se comporten con uno como "malos amigos", le menosprecien, le insulten, le levanten falsos testimonios, le quieran acojonar, le falten al respeto... En unas palabras: le traten de forma inhumana. Y no hay que aceptarlo de ninguna manera. Si no nos respetamos a nosotros mismos, nadie lo hará. Y nosotros valemos más que todo eso a que otros nos quieren relegar.
"Conócete a ti mismo", es una de las frases filosóficas mas completas que nos transmitieron los clásicos del mundo griego, y que por mas que cambie el mundo, el hombre en cuanto hombre no cambiará. Sócrates, no la inventó; sino que la rescató del templo de Delfos, dedicado al Dios Apolo. Otro día os hablaré de este dios de la mitología griega.
No importa cuántas veces se fracase en la vida, si de cada error, de cada paso mal dado, de cada mala experiencia, de cada zancadilla, de cada batacazo o porrazo uno al final aprende, y por fin llega un día en que saboree las mieles del triunfo.
¿Para cuando será eso?
Cuando se hayan revisado bien todos los errores, se haya eliminado todo lo malo que nos hizo fracasar; se estudie bien el terreno y se sepa dónde hay un obstáculo, dónde un bache, dónde un socavón.
Se asimilen los fallos, no que se prendan del olvido, sino que se reconozcan como tales. Se aprendan para no volver a caer una y mil veces en el mismo error.
Nadie nace enseñado, y menos si se guía de malos o falsos maestros. De gente que no busca tu bien y sí, el suyo propio. Pero si uno se para a meditar, en seguida cae en la cuenta de quien te adula porque sabe que va a sacar algo en limpio.
Hay que desconfiar de los zalameros que algo quieren.
A veces es mejor que a uno le den un revés, le contradigan, le pongan las peras a cuarto; a que le faciliten todo, y no le dejen ver por si mismo.
No hay como ver cada uno con sus propios ojos.
Nunca hay que apesadumbrarse por nada ni por nadie. Nadie es peor ni mejor que nadie, pero está claro que cada uno es único, y que mirando a los demás e intentando ser como ellos no se consigue nada - no esperes que éstos te vayan a dar nada si tu no estás dispuesto a concedértelo-.
Hay que buscar en cada uno, porque todo está en nuestro interior, lo que pasa es que hay que buscarse a si mismo y eso es lo complicado en el mundo de hoy, que no te deja pensar y que te lleva de aquí para allá como alma en pena.
Pero un día llega en que la vida te ha vuelto a dejar en la cuneta por enésima vez, y no hay más remedio que aceptarlo.
Entonces es un buen momento para volver a empezar de cero pero contando con todo lo aprendido del mal paso o del desnivel que sufriste, que lo más seguro es que no fuera culpa tuya, sino de tu tiempo y circunstancias que te tocó vivir.
Nadie como uno mismo sabe qué le ha pasado, quien le traicionó; quien, en sus horas bajas le prestó ayuda...
Eso hace que dentro de cada uno haya personas inolvidables que mereció la pena conocer. Y de esas, hay muchas, pero hay que saberlas buscar.
No son amigos, todos los que se llaman "amigos" tuyos. Los hay muy dañinos, que buscan tu ruina física y moral. La vida es así, lo queramos reconocer o no; y cuanto antes nos demos cuenta mejor.
El siguiente consejo, es muy costoso pero muy real:
"Mas vale estar solo que mal acompañado".
Si la soledad es mala pero es peor que a uno le traten mal, le falseen, se comporten con uno como "malos amigos", le menosprecien, le insulten, le levanten falsos testimonios, le quieran acojonar, le falten al respeto... En unas palabras: le traten de forma inhumana. Y no hay que aceptarlo de ninguna manera. Si no nos respetamos a nosotros mismos, nadie lo hará. Y nosotros valemos más que todo eso a que otros nos quieren relegar.
"Conócete a ti mismo", es una de las frases filosóficas mas completas que nos transmitieron los clásicos del mundo griego, y que por mas que cambie el mundo, el hombre en cuanto hombre no cambiará. Sócrates, no la inventó; sino que la rescató del templo de Delfos, dedicado al Dios Apolo. Otro día os hablaré de este dios de la mitología griega.