EL SUEÑO DE LAILA
El pueblo de Laila, bañado de olas,
al cerrar los ojos moja sus manos,
borra sus huellas de pies africanos,
salpica la espuma haciendo cabriolas.
Desentierra en la arena caracolas
del mar, llenas de sonidos lejanos;
músicas disueltas en sueños vanos
cesan al abrir los ojos a solas.
Bulle el mar en Laila al atardecer
con ruidoso estrépito de gaviotas
cuando sueña despierta con volver
del cruel exilio con sus compatriotas,
habitar la tierra de su querer
y arar los campos de ilusiones rotas.
Carmen García
El pueblo de Laila, bañado de olas,
al cerrar los ojos moja sus manos,
borra sus huellas de pies africanos,
salpica la espuma haciendo cabriolas.
Desentierra en la arena caracolas
del mar, llenas de sonidos lejanos;
músicas disueltas en sueños vanos
cesan al abrir los ojos a solas.
Bulle el mar en Laila al atardecer
con ruidoso estrépito de gaviotas
cuando sueña despierta con volver
del cruel exilio con sus compatriotas,
habitar la tierra de su querer
y arar los campos de ilusiones rotas.
Carmen García