Nos habló de un drama humano y social llamado favela.
Son casas y casas hacinadas que han surgido de la pobreza y que conforman un verdadero vertedero humano de escandalosa injusticia. Es un gueto que incomunica a sus habitantes con las zonas ricas de las ciudades.
La ley la imponen los traficantes de las drogas y de las armas. Y la iglesia entra en esas favelas en medio del peligro porque su misión es trabajar con el más necesitado en labor humanitaria.
Cohabitan en una favela, o lindan los edificios lujosos, separados, en muchos casos por muros. A un lado habita la pobreza, al otro viven los ricos con gran desahogo, lujo y prepotencia.
Los trabajadores frecuentan los dos mundos, a uno y otro lado del muro, pero sin mezclarse socialmente.
Solamente son usados sus servicios de todo tipo, y una vez "utilizados", vuelven a su hacinamiento cotidiano.
Son casas y casas hacinadas que han surgido de la pobreza y que conforman un verdadero vertedero humano de escandalosa injusticia. Es un gueto que incomunica a sus habitantes con las zonas ricas de las ciudades.
La ley la imponen los traficantes de las drogas y de las armas. Y la iglesia entra en esas favelas en medio del peligro porque su misión es trabajar con el más necesitado en labor humanitaria.
Cohabitan en una favela, o lindan los edificios lujosos, separados, en muchos casos por muros. A un lado habita la pobreza, al otro viven los ricos con gran desahogo, lujo y prepotencia.
Los trabajadores frecuentan los dos mundos, a uno y otro lado del muro, pero sin mezclarse socialmente.
Solamente son usados sus servicios de todo tipo, y una vez "utilizados", vuelven a su hacinamiento cotidiano.