Lunes 18 de junio de 2007 en DB
TARDAJOS/NATURALEZA
EL REGRESO DE LA CIGÜEÑA BLANCA
Hace más de dos décadas que una pareja no anidaba en el pueblo
C. García/ Tardajos
Tras más de veinte años, consiguió volver a instalarse en la espadaña suroeste de la torre de la iglesia "Nuestra Señora de la Asunción" de Tardajos una pareja de cigüeñas blancas que ya tienen dos crías a punto de volar.
Esas aves llegaron a primeros de febrero, se acomodaron en un nido construido por ellas mismas a base de pajas, musgos y todo tipo de materiales que encontraron en los alrededores. Tras acomodarse, se emparejaron y lograron incubar tres huevos, de los cuales han sobrevivido dos nuevos ejemplares de cigüeñas.
La cigüeña blanca es un ave migratoria de la familia de las cicónidas, que en los últimos años pasan el invierno en la región debido a las buenas condiciones climáticas.
Tiene unas dimensiones de 1 a 2,20 metros. Su cuerpo es blanco, con las alas contrastadas, luciendo pico y patas de color rojo.
Elige biotipos cerealistas y lugares donde haya agua, bien de ríos o de embalses.
Se alimentan de insectos y pequeños vertebrados y, de haber ríos cerca, también de peces. Comen ratones y ratas en los campos cultivados por lo que se les considera beneficiosos, ya que eliminan especies dañinas para la agricultura.
Los huevos son incubados durante un mes y esos pollos permanecen en el nido entre 50 o 60 días, pero transcurrido ese tiempo se independizan de sus adultos. Alcanzan la madurez a los cuatro años, momento en que ya son aptos para la procreación de su especie.
En Burgos se ha producido una gran eclosión de esta especie ya que en el censo de 1984 tan sólo se contabilizaron 40 parejas, llegando a alcanzar en la actualidad esta cifra que se aproxima a las mil aves.
TARDAJOS/NATURALEZA
EL REGRESO DE LA CIGÜEÑA BLANCA
Hace más de dos décadas que una pareja no anidaba en el pueblo
C. García/ Tardajos
Tras más de veinte años, consiguió volver a instalarse en la espadaña suroeste de la torre de la iglesia "Nuestra Señora de la Asunción" de Tardajos una pareja de cigüeñas blancas que ya tienen dos crías a punto de volar.
Esas aves llegaron a primeros de febrero, se acomodaron en un nido construido por ellas mismas a base de pajas, musgos y todo tipo de materiales que encontraron en los alrededores. Tras acomodarse, se emparejaron y lograron incubar tres huevos, de los cuales han sobrevivido dos nuevos ejemplares de cigüeñas.
La cigüeña blanca es un ave migratoria de la familia de las cicónidas, que en los últimos años pasan el invierno en la región debido a las buenas condiciones climáticas.
Tiene unas dimensiones de 1 a 2,20 metros. Su cuerpo es blanco, con las alas contrastadas, luciendo pico y patas de color rojo.
Elige biotipos cerealistas y lugares donde haya agua, bien de ríos o de embalses.
Se alimentan de insectos y pequeños vertebrados y, de haber ríos cerca, también de peces. Comen ratones y ratas en los campos cultivados por lo que se les considera beneficiosos, ya que eliminan especies dañinas para la agricultura.
Los huevos son incubados durante un mes y esos pollos permanecen en el nido entre 50 o 60 días, pero transcurrido ese tiempo se independizan de sus adultos. Alcanzan la madurez a los cuatro años, momento en que ya son aptos para la procreación de su especie.
En Burgos se ha producido una gran eclosión de esta especie ya que en el censo de 1984 tan sólo se contabilizaron 40 parejas, llegando a alcanzar en la actualidad esta cifra que se aproxima a las mil aves.