DOS BURRITOS EN PEREGRINACIÓN
Una pareja francesa, que recorre el Camino de Santiago en burro, hizo un alto en Tardajos
C. García / Tardajos
Leo y Pedro son unos burritos franceses encantadores, consagrados peregrinos compostelanos de Heiteren que repiten experiencia. Llegaron a mediodía del sábado 15, guiados de sus dueños Isabelle y Jean-Martin a una plaza de ensueño del Camino de Santiago, pero algo descuidada. Creían haber visto visiones al encontrarse con una espléndida fuente. Bella por fuera, pero vacía de contenido.
¿Qué es un jardín sin flores? Pues lo mismo que una fuente sin agua.
¡Qué desilusión se llevaron Jean e Isabelle porque de los caños, nada, ni una gota!
Se había averiado justo en ese momento y me disculpé lo mejor que supe, "Sorry, sorry" "Lo siento de verdad que no tenga agua en un día tan caluroso. Espero que en breve funcione y vuelva a salir el agua de sus caños para que sirva para lo que fue creado."
Les indiqué donde había una fuente cercana y de todas formas les dije si querían un recuerdo de su paso por el pueblo. Una foto y un artículo en el periódico Diario de Burgos.
" ¡Oh, sí nos encantaría vernos en la prensa dentro de unos días!"
Cuando volví con la cámara vi a lo burritos ya refrescados, relinchando felices mientras sus dueños estaban sentados a la sombra de los pinos, reponiendo fuerzas para continuar el camino hasta el pueblo más cercano. Quizás hicieron noche allí para que los burros descansasen, si encontrasen alojamiento para los cuatro, pues el día amenazaba tormenta y los animales tenían miedo de los truenos y los relámpagos, según me dijeron por gestos y en inglés.
Nos entendimos bien porque a pesar de todo iluminaban sus rostros con una grata sonrisa que nace desde lo hondo de un corazón en paz con todo lo que le rodea. A veces no hace falta hablar para comprender las necesidades de los demás. Basta observar y sintonizar con quien te comunicas visualmente.
Es la magia del camino en que vivimos, que está presente en cada situación, por desagradable que parezca; y que te ayuda a continuar con lo que sea.
De todas formas, los viajeros de Heiteren, Isabelle y Jean-Martin, llevaban una promesa para continuar el plan que tenían trazado. Primero irían hasta Santiago de Compostela, y después hasta Finisterre.
16 de julio de 2006 /Tardajos/ Diario de Burgos -Sección Verano-
Una pareja francesa, que recorre el Camino de Santiago en burro, hizo un alto en Tardajos
C. García / Tardajos
Leo y Pedro son unos burritos franceses encantadores, consagrados peregrinos compostelanos de Heiteren que repiten experiencia. Llegaron a mediodía del sábado 15, guiados de sus dueños Isabelle y Jean-Martin a una plaza de ensueño del Camino de Santiago, pero algo descuidada. Creían haber visto visiones al encontrarse con una espléndida fuente. Bella por fuera, pero vacía de contenido.
¿Qué es un jardín sin flores? Pues lo mismo que una fuente sin agua.
¡Qué desilusión se llevaron Jean e Isabelle porque de los caños, nada, ni una gota!
Se había averiado justo en ese momento y me disculpé lo mejor que supe, "Sorry, sorry" "Lo siento de verdad que no tenga agua en un día tan caluroso. Espero que en breve funcione y vuelva a salir el agua de sus caños para que sirva para lo que fue creado."
Les indiqué donde había una fuente cercana y de todas formas les dije si querían un recuerdo de su paso por el pueblo. Una foto y un artículo en el periódico Diario de Burgos.
" ¡Oh, sí nos encantaría vernos en la prensa dentro de unos días!"
Cuando volví con la cámara vi a lo burritos ya refrescados, relinchando felices mientras sus dueños estaban sentados a la sombra de los pinos, reponiendo fuerzas para continuar el camino hasta el pueblo más cercano. Quizás hicieron noche allí para que los burros descansasen, si encontrasen alojamiento para los cuatro, pues el día amenazaba tormenta y los animales tenían miedo de los truenos y los relámpagos, según me dijeron por gestos y en inglés.
Nos entendimos bien porque a pesar de todo iluminaban sus rostros con una grata sonrisa que nace desde lo hondo de un corazón en paz con todo lo que le rodea. A veces no hace falta hablar para comprender las necesidades de los demás. Basta observar y sintonizar con quien te comunicas visualmente.
Es la magia del camino en que vivimos, que está presente en cada situación, por desagradable que parezca; y que te ayuda a continuar con lo que sea.
De todas formas, los viajeros de Heiteren, Isabelle y Jean-Martin, llevaban una promesa para continuar el plan que tenían trazado. Primero irían hasta Santiago de Compostela, y después hasta Finisterre.
16 de julio de 2006 /Tardajos/ Diario de Burgos -Sección Verano-