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TARDAJOS: Mirando a unas chirivitas y a otras, me quedo con las...

Mirando a unas chirivitas y a otras, me quedo con las del Castro. Su forma es única, y más estando sometidas a las malas condiciones. Rezuman por los cantos de los caminos, y sin unas lluvias importantes -son del 2012-. No he ido, pero iré a ver si ya salieron este año. El año pasado pasaron sed, y este año, aunque hayan salido nadie las ha visto hasta la fecha.
Es mas, a lo mejor hayan sido arrolladas por las ruedas de los tractores. O pisoteadas por quien no entiende de naturaleza.

¿Qué mérito puede haber en unas chirivitas afortunadas, que están en un campo cuidado, que nadie pisa, que es respetado... y encima, al lado de la ría, oyendo el rumor de las aguas, observando las mareas, soñando bajo la lluvia, recibiendo el sol, o viendo pasar a los turistas?

Estas del Castro, solo por ser margaritas, ya tienen el cielo ganado. Las otras, ya viven en un completo paraíso terrenal.