Hoy por ejemplo, yo le mando una sonrisa, a ese señor, tan enfurecido, que un día tuvo a bien mandarme fuera de la sala del ayuntamiento- porque tenían que tratar temas muy serios, formales y estrictos. Y me dijo:
" Señora, el día que convoquemos asamblea general, si quiere, se puede pasar todo el día en el ayuntamiento, pero hoy no."
Y lo comprendí perfectamente, el machismo, tan instalado en la sociedad - que se vale de la intransigencia y la amenaza- llamo a la guardia Civi si no se va ahora mismo.
¿No os da risa que a la jueza de paz del municipio la amenazaran con llamar a la guardia Civil de Buniel? Menudas aventuras que he tenido con la Guardia Civil y algunos concejales de Tardajos- reunidos en busca de un parte amistoso, que se negaban a concederme.
Y hoy le digo:
Señor: las cosas hay que resolverlas contando con todas las partes, no tratando de imponer por la fuerza de la ley, cuestiones que benefician a unos pocos en detrimento de los demás.
¡Claro!, que si ese día se concluye la asamblea, nos habrían dado las uvas. Pero no a mi, sino a todos. Que cuando hay tanto atraso, los temas a tratar no se acaban nunca.
Pero ese día me fui y me puse a escribir tomas falsas. Imaginándome posibles formas de proceder y lo pasé genial en mi escritura. Me quedaron relatos muy entretenidos.
" Señora, el día que convoquemos asamblea general, si quiere, se puede pasar todo el día en el ayuntamiento, pero hoy no."
Y lo comprendí perfectamente, el machismo, tan instalado en la sociedad - que se vale de la intransigencia y la amenaza- llamo a la guardia Civi si no se va ahora mismo.
¿No os da risa que a la jueza de paz del municipio la amenazaran con llamar a la guardia Civil de Buniel? Menudas aventuras que he tenido con la Guardia Civil y algunos concejales de Tardajos- reunidos en busca de un parte amistoso, que se negaban a concederme.
Y hoy le digo:
Señor: las cosas hay que resolverlas contando con todas las partes, no tratando de imponer por la fuerza de la ley, cuestiones que benefician a unos pocos en detrimento de los demás.
¡Claro!, que si ese día se concluye la asamblea, nos habrían dado las uvas. Pero no a mi, sino a todos. Que cuando hay tanto atraso, los temas a tratar no se acaban nunca.
Pero ese día me fui y me puse a escribir tomas falsas. Imaginándome posibles formas de proceder y lo pasé genial en mi escritura. Me quedaron relatos muy entretenidos.