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TARDAJOS: HISTORIA PERRUNA...

HISTORIA PERRUNA

Eran tres perritos, cada uno de una raza.

El primero, estaba acostumbrado a vagar por el campo a sus anchas. Se ve que tenía siempre la puerta abierta y hacía lo que le parecía bien. Hasta que un día, su amo se compró otro, que creía que iba a ser mejor por ser de mejor raza. A éste le tenía mucho cariño y no quería que lo tuviera cualquiera, que no lo fuera a cuidar.

Le ofrecieron a varias personas y solo una lo aceptó. Y cambió su vida. Ya no podría ir vagabundeando por donde quisiera sino que habitaría en un patio, por el día; y dormiría en un garage, por la noche; saliendo cuando su amo quisiera. Eso, al perrito, no le gustaba mucho y en cuanto podía y veía la ocasión, se iba a su pueblo. Así una, dos y tres veces; hasta que le fue cogiendo aprecio a su nueva casa y a sus nuevos dueños. Ahora ya no se acuerda de su pueblo anterior.
Como fue el primero en llegar, siempre fue el jefe, y los otros perros posteriores, le obedecieron desde el primer día. Quizás fue ésto, una de las razones de que se asentara con gusto en el lugar.
Ha contagiado manías suyas a los otros perros y a su vez, se ha dejado domesticar por el más pequeño. Una simbiosis de costumbres, usos y maneras; par que nos demos cuenta que hasta los perros se convencen unos a otros, aunque parezca que no tienen entendimiento.

seguirá - pero ahora tengo otros quehaceres propios del día

Feliz domingo a tod@s - y hoy la misa, en Tardajos, con nuestro querido párroco compartido de varias localidades: Rabé de las Calzadas, Frandovínez, Villarmentero y Tardajos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Este primer perro es muy valiente. No se mete con los perros pequeños, sino con sus iguales y aún con los pueden más que él. Con ellos, siempre tiene buenas grescas.

Mas tarde, llegó el pequeño Sami, al que Sol lo miraba con mucha curiosidad, y llegó el momento en que tuvo que hacer de hermano mayor y cuidarlo. El pequeño era muy cariñoso y se hizo querer rápidamente. Con él en casa se acabó la soledad del primer can. Jugaban y jugaban sin parar.

A Sami le gustaba toda la comida que le dieras, ... (ver texto completo)