TARDAJOS Y SU REALIDAD ARQUEOLÓGICA
"El Tesoro " de Delibes nos puede dar mucho que hablar y podemos ver cómo aquí, todo se desarrolló de otra forma. Aquí, nunca ha sido el pueblo el que se haya sublevado en contra de sus orígenes. Cuando ha habido un rechazo, éste, ha surgido de sus propias autoridades municipales. Justo lo contrario que en el libro.
Porque aquí se realizaron muchos hallazgos a lo largo del tiempo y nunca hubo violencia - que yo sepa. Mas bien, si hubo un abuso de poder por parte de las autoridades, a nivel de gobierno, que se llevaron los objetos valiosos y no se preocuparon nunca de hacer partícipe al pueblo del gran valor que eso suponía. De esto hace mas de 40 o 50 años.
Ayer mismo me contaron como un vecino dio el aviso de que en su tierra se habían encontrado unas fosas al arar la tierra. Lo comunicó y rápidamente se personaron en el lugar. Allí se encontraron monedas de oro, un sable, muchas baldosas decoradas de mucho valor y otros restos de interés. Vallaron la tierra y permanecieron el tiempo necesario para dar por concluida la excavación y dar las gracias al vecino. Muchas gracias, pero nada mas. Y de lo encontrado, alguien sabrá donde lo puso. En los libros se habla de ello y en los museos. Pero hay piezas que nadie sabe donde fueron a parar.
No sé si en esa excavación o en otra, pero una "Venus", que he tenido la oportunidad de verla en foto, la robaron y se encuentra en paradero desconocido. Y la cantidad de curiosidades que pueda tener mucha gente - de forma particular - y que nunca haya dado parte a nadie -y que lo guardan celosamente como bienes propios. Muchos de ellos encontrados en las fincas de otros vecinos. En fin, que así es muy difícil que el patrimonio aflore, con tantos intereses de por medio. Máxime, cuando no haya interés, por parte de los propietarios de las fincas en que se realicen excavaciones.
Se da un mercado de bienes arqueológicos, que hay mucha gente que se ha hecho con piezas de singular valor como si objetos de rastro se tratasen. El arte y la cultura, por los suelos, y conseguidos a precio de saldo - pues quien lo vende, muchas veces no sabe ni ha sabido de su verdadero valor.
"El Tesoro " de Delibes nos puede dar mucho que hablar y podemos ver cómo aquí, todo se desarrolló de otra forma. Aquí, nunca ha sido el pueblo el que se haya sublevado en contra de sus orígenes. Cuando ha habido un rechazo, éste, ha surgido de sus propias autoridades municipales. Justo lo contrario que en el libro.
Porque aquí se realizaron muchos hallazgos a lo largo del tiempo y nunca hubo violencia - que yo sepa. Mas bien, si hubo un abuso de poder por parte de las autoridades, a nivel de gobierno, que se llevaron los objetos valiosos y no se preocuparon nunca de hacer partícipe al pueblo del gran valor que eso suponía. De esto hace mas de 40 o 50 años.
Ayer mismo me contaron como un vecino dio el aviso de que en su tierra se habían encontrado unas fosas al arar la tierra. Lo comunicó y rápidamente se personaron en el lugar. Allí se encontraron monedas de oro, un sable, muchas baldosas decoradas de mucho valor y otros restos de interés. Vallaron la tierra y permanecieron el tiempo necesario para dar por concluida la excavación y dar las gracias al vecino. Muchas gracias, pero nada mas. Y de lo encontrado, alguien sabrá donde lo puso. En los libros se habla de ello y en los museos. Pero hay piezas que nadie sabe donde fueron a parar.
No sé si en esa excavación o en otra, pero una "Venus", que he tenido la oportunidad de verla en foto, la robaron y se encuentra en paradero desconocido. Y la cantidad de curiosidades que pueda tener mucha gente - de forma particular - y que nunca haya dado parte a nadie -y que lo guardan celosamente como bienes propios. Muchos de ellos encontrados en las fincas de otros vecinos. En fin, que así es muy difícil que el patrimonio aflore, con tantos intereses de por medio. Máxime, cuando no haya interés, por parte de los propietarios de las fincas en que se realicen excavaciones.
Se da un mercado de bienes arqueológicos, que hay mucha gente que se ha hecho con piezas de singular valor como si objetos de rastro se tratasen. El arte y la cultura, por los suelos, y conseguidos a precio de saldo - pues quien lo vende, muchas veces no sabe ni ha sabido de su verdadero valor.