LA PLANTA DE LAS MONEDAS DEL PAPA
Un día vi una hierba en una maceta y no sabía de qué planta se trataba. No me parecía un hierbajo propiamente dicho, y decidí darle la oportunidad que se diera a conocer. Cada día que pasaba mostraba una personalidad propia. Sus hojas de color verde intenso con vellosidades, hasta que aparecieron sus flores."Bueno, maja, pareces singular". Por lo menos los pétalos son de un rosa fuerte. ¡Qué planta o hierba más rara! Luego las flores se secaron y fue apareciendo en su lugar, una moneda seca. Cuando estuvo ya definida - como flor seca - que ya os enseñaré, me dijeron que se trataba de la planta de las monedas del papa.
Ya decía yo que no parecía una hierba vulgar y corriente.
Alguna vez quizás la sembré después, pero pocas veces. Ahora nace cuando quiere y en cualquier sitio. Este año creo que van a estar preciosas, pues muchas veces los perros las arruinan. Donde han salido este año, es posible que acaben bien sus días hasta que sus pétalos se sequen, ya que están resguardadas. Una debajo de un rosal o dentro de un corralito de piedras; la de la pared lo va a tener más difícil.
Una ha nacido entre la pared y la acera. Ya no me extraña, pues algunas veces, en esos mismos sitios imposibles nacen violetas o perejil.
Yo no tengo plantas esplendorosas, pero sí muy curiosas por los sitios donde se les ocurre salir. Cada año es distinto. Llevaba unos años sin violetas y éste han vuelto sin que nadie las haya plantado. Incluso voy a tener dos azucenas - a ver si prosperan de una vez - ya que las he puesto un neumático para que nadie las moleste. ¡A mi también se me ocurre cada cosa!
Hace unos años, me fui a coger piedras para poner pequeños jardinillos pues quería hacer diferentes zonas con diferentes plantas. Así cada vez cambia de forma. Cuando se te ocurre hacer cambios, éstos no siempre son bien recibidos, pero malo a de ser que no me salga con la mía. A base de esfuerzo, pues casi nunca encuentran buena acogida mis ocurrencias. Al final, gustan; pero tengo que vencer la inercia que se instala en muchos sitios, tan reacia a las novedades.
Saludos cordiales y a pasar buena tarde
Un día vi una hierba en una maceta y no sabía de qué planta se trataba. No me parecía un hierbajo propiamente dicho, y decidí darle la oportunidad que se diera a conocer. Cada día que pasaba mostraba una personalidad propia. Sus hojas de color verde intenso con vellosidades, hasta que aparecieron sus flores."Bueno, maja, pareces singular". Por lo menos los pétalos son de un rosa fuerte. ¡Qué planta o hierba más rara! Luego las flores se secaron y fue apareciendo en su lugar, una moneda seca. Cuando estuvo ya definida - como flor seca - que ya os enseñaré, me dijeron que se trataba de la planta de las monedas del papa.
Ya decía yo que no parecía una hierba vulgar y corriente.
Alguna vez quizás la sembré después, pero pocas veces. Ahora nace cuando quiere y en cualquier sitio. Este año creo que van a estar preciosas, pues muchas veces los perros las arruinan. Donde han salido este año, es posible que acaben bien sus días hasta que sus pétalos se sequen, ya que están resguardadas. Una debajo de un rosal o dentro de un corralito de piedras; la de la pared lo va a tener más difícil.
Una ha nacido entre la pared y la acera. Ya no me extraña, pues algunas veces, en esos mismos sitios imposibles nacen violetas o perejil.
Yo no tengo plantas esplendorosas, pero sí muy curiosas por los sitios donde se les ocurre salir. Cada año es distinto. Llevaba unos años sin violetas y éste han vuelto sin que nadie las haya plantado. Incluso voy a tener dos azucenas - a ver si prosperan de una vez - ya que las he puesto un neumático para que nadie las moleste. ¡A mi también se me ocurre cada cosa!
Hace unos años, me fui a coger piedras para poner pequeños jardinillos pues quería hacer diferentes zonas con diferentes plantas. Así cada vez cambia de forma. Cuando se te ocurre hacer cambios, éstos no siempre son bien recibidos, pero malo a de ser que no me salga con la mía. A base de esfuerzo, pues casi nunca encuentran buena acogida mis ocurrencias. Al final, gustan; pero tengo que vencer la inercia que se instala en muchos sitios, tan reacia a las novedades.
Saludos cordiales y a pasar buena tarde