EL ARTE GÓTICO BUSCA UNA SOLUCIÓN ARQUITECTÓNICA
El problema que resuelve el estilo gótico en Arquitectura, es el mismo cuya solución buscaban los arquitectos románicos sin encontrarla del todo satisfactoria, a saber:
cubrir con bóveda todas las naves de un grandioso edificio, sin perjuicio de las luces directas y abundantes sobre la nave central, y a la vez contrarrestar el empuje lateral de las bóvedas con elementos propios, independientemente de los muros y aun de las columnas.
Todo se consigue con la bóveda de crucería y con los arbotantes o (en todo caso) con los estribos y contrafuertes, que se aplican a los pies de los arcos cruceros, y cuyo oficio ya no es el de contener o reforzar los muros, como sucedía en gran parte de la arquitectura románica.
De aquí la distinción de los elementos de construcción en activos y pasivos, contándose entre los primeros el arco y los nervios de la bóveda, el pilar y el estribo, y entre los segundos el muro de cerramiento y la plementería de las bóvedas; éstos pueden suprimirse, o adelgazarse cuanto se quiera y convenga, mas no los primeros.
El problema que resuelve el estilo gótico en Arquitectura, es el mismo cuya solución buscaban los arquitectos románicos sin encontrarla del todo satisfactoria, a saber:
cubrir con bóveda todas las naves de un grandioso edificio, sin perjuicio de las luces directas y abundantes sobre la nave central, y a la vez contrarrestar el empuje lateral de las bóvedas con elementos propios, independientemente de los muros y aun de las columnas.
Todo se consigue con la bóveda de crucería y con los arbotantes o (en todo caso) con los estribos y contrafuertes, que se aplican a los pies de los arcos cruceros, y cuyo oficio ya no es el de contener o reforzar los muros, como sucedía en gran parte de la arquitectura románica.
De aquí la distinción de los elementos de construcción en activos y pasivos, contándose entre los primeros el arco y los nervios de la bóveda, el pilar y el estribo, y entre los segundos el muro de cerramiento y la plementería de las bóvedas; éstos pueden suprimirse, o adelgazarse cuanto se quiera y convenga, mas no los primeros.