LA DESPEDIDA DE MAYCA
Ayer despedíamos a Mayca en Burgos con canciones y poemas. Las unas, amenizaron su ceremonia final de despedida, y los otros, como colofón a la misa rezada y participada por todos los presentes.
Mayca primero estuvo en la Coral de Tardajos, y de ahí mi amistad con ella y con Julio. Desde que nos conocimos, ya no dejamos de vernos. Primero fue presencia y ahora va a ser recuerdo. Tenía una voz magnífica como muchas podremos recordar siempre. Nos guiaba, y fue muy grato contar con ella, no solo como coralista, sino como persona. Algunas de nosotras estuvimos ayer en su despedida.
Tenía, además unas manos... ¡En mi vida he comido orejuelas mejores! Era muy detallista con todo el mundo.
Ayer, fue la Coral de" Europa" quien le rindió el último adiós, pues allí ha sido muy querida también. Por su voz, su simpatía, alegría personal y valía humana. Y todos notaron su ausencia. Su voz faltaba y su persona, también.
Yo me tendré que acostumbrar a su pérdida, igual que muchos de sus allegados y amigos. Pero ella, no quiso hacernos sufrir, ni en su enfermedad. Con que ahora, menos. Ella nos quiere alegres, y ese, creo que es el mejor homenaje que podemos rendirle, aunque nos cueste. Ella era así.
A mi me regaló esta planta, que casi se me muere este invierno pues se me ocurrió ponerla en un sitio mejor, y tenía más luz, pero le faltó aire. Ahora se está reponiendo en su sitio habitual. Le gusta la orientación de mi terraza de la cocina que da al Poniente. El Oriente, donde la tuve, casi la mata. Y no creo que sea solo por eso, sino que además da al norte. Esta planta es de zonas cálidas, concretamente de Madagascar, y huye del frío. Le va el sur.
En Valencia la tienen en la calle, pero esto es Burgos, y me ha demostrado que se adapta, pero con mucho mimo. Le va a costar volver a estar como el año pasado pero ha mejorado un montón. Y lo curioso, es que aún estando medio moribunda, no perdió el olor a incienso, pues se ve que era una constante en ella.
Yo voy a hacer una despidida virtual en este espacio.
Ayer despedíamos a Mayca en Burgos con canciones y poemas. Las unas, amenizaron su ceremonia final de despedida, y los otros, como colofón a la misa rezada y participada por todos los presentes.
Mayca primero estuvo en la Coral de Tardajos, y de ahí mi amistad con ella y con Julio. Desde que nos conocimos, ya no dejamos de vernos. Primero fue presencia y ahora va a ser recuerdo. Tenía una voz magnífica como muchas podremos recordar siempre. Nos guiaba, y fue muy grato contar con ella, no solo como coralista, sino como persona. Algunas de nosotras estuvimos ayer en su despedida.
Tenía, además unas manos... ¡En mi vida he comido orejuelas mejores! Era muy detallista con todo el mundo.
Ayer, fue la Coral de" Europa" quien le rindió el último adiós, pues allí ha sido muy querida también. Por su voz, su simpatía, alegría personal y valía humana. Y todos notaron su ausencia. Su voz faltaba y su persona, también.
Yo me tendré que acostumbrar a su pérdida, igual que muchos de sus allegados y amigos. Pero ella, no quiso hacernos sufrir, ni en su enfermedad. Con que ahora, menos. Ella nos quiere alegres, y ese, creo que es el mejor homenaje que podemos rendirle, aunque nos cueste. Ella era así.
A mi me regaló esta planta, que casi se me muere este invierno pues se me ocurrió ponerla en un sitio mejor, y tenía más luz, pero le faltó aire. Ahora se está reponiendo en su sitio habitual. Le gusta la orientación de mi terraza de la cocina que da al Poniente. El Oriente, donde la tuve, casi la mata. Y no creo que sea solo por eso, sino que además da al norte. Esta planta es de zonas cálidas, concretamente de Madagascar, y huye del frío. Le va el sur.
En Valencia la tienen en la calle, pero esto es Burgos, y me ha demostrado que se adapta, pero con mucho mimo. Le va a costar volver a estar como el año pasado pero ha mejorado un montón. Y lo curioso, es que aún estando medio moribunda, no perdió el olor a incienso, pues se ve que era una constante en ella.
Yo voy a hacer una despidida virtual en este espacio.