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LAS PALABRAS NOS DEFINEN
Una vez, un periodista al que admiro mucho, escribía "el papel lo resiste todo". Y me daba cuenta de que era verdad. Para constatar esta teoría voy a comparar lo que le sucedió ese día, el 11 de junio a esa cigüeña, y lo que me pasó a mi con mi metedura de pata. Un acto es muy difícil de desenlazar por si solo. Se necesitaba una podadora que cortase el cordel del que colgaba el pobre animalillo.
Y sin embargo, si alguien se enreda con las palabras, un@ mism@ se puede desenredar.
Si te has equivocado, has dado un mal paso, y tu pata pende de un lazo, y estás en la misma posición que esa cigüeña, mal asunto. Necesitarías a alguien, igual que ella, que te ayudase a liberarte de esa cuerda de fardo.
Pero si usas las palabras, te enredas y te das cuenta que algo has escrito que no era la realidad - que tiene muchos matices- que en algo si podría tener razón pero no en lo general, pues se rectifica. Los fallos, en la escritura, se pueden subsanar fácilmente. E incluso, después se puede perseguir el matiz, una vez que has borrado el error.
Hoy he creído ver a esa cigüeña, regresando a su nido. Podría ser ella y podría haberse recuperado tan pronto. Ella revoloteaba por los aires con una libertad recobrada y nueva. Su vuelo tenía algo especial, no volaba como otras veces sino que hacía piruetas que denotaban mucha vitalidad y una alegría especial. Para mí, que era ella.
Una vez, un periodista al que admiro mucho, escribía "el papel lo resiste todo". Y me daba cuenta de que era verdad. Para constatar esta teoría voy a comparar lo que le sucedió ese día, el 11 de junio a esa cigüeña, y lo que me pasó a mi con mi metedura de pata. Un acto es muy difícil de desenlazar por si solo. Se necesitaba una podadora que cortase el cordel del que colgaba el pobre animalillo.
Y sin embargo, si alguien se enreda con las palabras, un@ mism@ se puede desenredar.
Si te has equivocado, has dado un mal paso, y tu pata pende de un lazo, y estás en la misma posición que esa cigüeña, mal asunto. Necesitarías a alguien, igual que ella, que te ayudase a liberarte de esa cuerda de fardo.
Pero si usas las palabras, te enredas y te das cuenta que algo has escrito que no era la realidad - que tiene muchos matices- que en algo si podría tener razón pero no en lo general, pues se rectifica. Los fallos, en la escritura, se pueden subsanar fácilmente. E incluso, después se puede perseguir el matiz, una vez que has borrado el error.
Hoy he creído ver a esa cigüeña, regresando a su nido. Podría ser ella y podría haberse recuperado tan pronto. Ella revoloteaba por los aires con una libertad recobrada y nueva. Su vuelo tenía algo especial, no volaba como otras veces sino que hacía piruetas que denotaban mucha vitalidad y una alegría especial. Para mí, que era ella.