A mi me gusta la naturaleza por lo agradecida que es, porque no importa lo que le hagas, que si puede ella te lo da todo, a pesar del mal trato que recibe.
En cuanto tiene una oportunidad, brota una semilla que se ha quedado ahí, aletargada, de un año para otro, hasta tener la oportunidad de vivir, sobreviviendo, la mayor parte del tiempo, con poco de todo, pues nunca pensaste que andaba ahí, luchando por la vida dentro de unas pequeñas macetas.
Sales a pasear y vuelves con ánimo renovado, te traes un ramo de flores silvestres, ¡en este tiempo las hay! Unas margaritas amarillas que nacen en los perdidos. Preciosas. Bueno, éstas de hoy son de Rabé, en Tardajos no las he visto. Se ve que alguien las siembra y luego las semillas salen donde quieren.
Sin embargo, este año, unas flores que solían salir en primavera no brotaron. Se ve que requieren ciertas condiciones y si no las hay, no salen.
Tengo ahora unas margaritas moradas que nacieron por si mismas, bocas de dragón, mímulas y petunias. Y los últimos pensamientos que compré se han muerto la mitad, la otra mitad, vaya, siguen manteniendo el tipo. Es muy extraño que esto pase, a no ser que la tierra sea como es ésta, de buena calidad. Por eso sigo escribiendo en favor de ella, que si fuera por otras razones, hace tiempo que lo habría dejado.
Ahora me voy a disfrutar de la tarde que es magnífica pero os voy a dejar el ramo que he hecho de las flores amarillas de hoy.
Ésta de la foto es la Hierba de San Juan o hipérico que nace donde puede. Ésta en especial, en el camino de los peregrinos de Tardajos, en las cunetas.
En cuanto tiene una oportunidad, brota una semilla que se ha quedado ahí, aletargada, de un año para otro, hasta tener la oportunidad de vivir, sobreviviendo, la mayor parte del tiempo, con poco de todo, pues nunca pensaste que andaba ahí, luchando por la vida dentro de unas pequeñas macetas.
Sales a pasear y vuelves con ánimo renovado, te traes un ramo de flores silvestres, ¡en este tiempo las hay! Unas margaritas amarillas que nacen en los perdidos. Preciosas. Bueno, éstas de hoy son de Rabé, en Tardajos no las he visto. Se ve que alguien las siembra y luego las semillas salen donde quieren.
Sin embargo, este año, unas flores que solían salir en primavera no brotaron. Se ve que requieren ciertas condiciones y si no las hay, no salen.
Tengo ahora unas margaritas moradas que nacieron por si mismas, bocas de dragón, mímulas y petunias. Y los últimos pensamientos que compré se han muerto la mitad, la otra mitad, vaya, siguen manteniendo el tipo. Es muy extraño que esto pase, a no ser que la tierra sea como es ésta, de buena calidad. Por eso sigo escribiendo en favor de ella, que si fuera por otras razones, hace tiempo que lo habría dejado.
Ahora me voy a disfrutar de la tarde que es magnífica pero os voy a dejar el ramo que he hecho de las flores amarillas de hoy.
Ésta de la foto es la Hierba de San Juan o hipérico que nace donde puede. Ésta en especial, en el camino de los peregrinos de Tardajos, en las cunetas.