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Mª VICTORIA GALINDO
Fue la primera hospitalera como los que vivimos en Tardajos sabemos. Hizo una vez el camino y luego se quedó al frente del albergue de Tardajos durante varios años. Aquí, en paz y tranquilidad prosiguió con una de sus aficiones favoritas, la pintura. Expuso en varias ocasiones en esta misma sala del ayuntamiento, y además participó en las semanas culturales del Colegio "Petra Lafont" dando charlas, enseñando sus cuadros, y contando su experiencia jacobea. Es una de las personas que se ha sabido ganar el cariño de todos los que la conocemos, y ya es para siempre.
Me ha dicho que una de las cosas que añora son los paseos que solía dar, de Tardajos a Rabé o más allá, el atender a los peregrinos- que quienes la conocieron- siempre elogiaron su buen trato, su sensibilidad y su innata alegría que nos conquistaba a todos. Todavía hay mensajes en la red de este tipo.
Otra de sus añoranzas es la paz y la tranquilidad, cuando en la ciudad es el estress el que dirige su vida. Y es que desde que se fue de Tardajos no ha vuelto a pintar, que era algo que le llenaba también su vida. Cuando pueda disponer de más tiempo retomará su afición. Ya llegará, dice ella, cuando pueda dedicarle mucho tiempo.
Aquí nos dejó un cuadro, que se puede ver en la foto, "La Vida ", es el único cuadro que se en la foto, es un remolino azul y su autora es ella: Mª Victoria Galindo. A mi también me regaló un detalle de su buen hacer pictórico. El mío tiene tonos rojos y negros. Ella se dio a todos y ahora tiene que afrontar su vida en Madrid, trabajando y cuidando de sus padres, que se encuentran bastante bien pero a los que tiene también que atender sin perder de vista.
Volverá cuando encuentre un hueco en sus obligaciones, y aquí, siempre será bien recibida.
Fue la primera hospitalera como los que vivimos en Tardajos sabemos. Hizo una vez el camino y luego se quedó al frente del albergue de Tardajos durante varios años. Aquí, en paz y tranquilidad prosiguió con una de sus aficiones favoritas, la pintura. Expuso en varias ocasiones en esta misma sala del ayuntamiento, y además participó en las semanas culturales del Colegio "Petra Lafont" dando charlas, enseñando sus cuadros, y contando su experiencia jacobea. Es una de las personas que se ha sabido ganar el cariño de todos los que la conocemos, y ya es para siempre.
Me ha dicho que una de las cosas que añora son los paseos que solía dar, de Tardajos a Rabé o más allá, el atender a los peregrinos- que quienes la conocieron- siempre elogiaron su buen trato, su sensibilidad y su innata alegría que nos conquistaba a todos. Todavía hay mensajes en la red de este tipo.
Otra de sus añoranzas es la paz y la tranquilidad, cuando en la ciudad es el estress el que dirige su vida. Y es que desde que se fue de Tardajos no ha vuelto a pintar, que era algo que le llenaba también su vida. Cuando pueda disponer de más tiempo retomará su afición. Ya llegará, dice ella, cuando pueda dedicarle mucho tiempo.
Aquí nos dejó un cuadro, que se puede ver en la foto, "La Vida ", es el único cuadro que se en la foto, es un remolino azul y su autora es ella: Mª Victoria Galindo. A mi también me regaló un detalle de su buen hacer pictórico. El mío tiene tonos rojos y negros. Ella se dio a todos y ahora tiene que afrontar su vida en Madrid, trabajando y cuidando de sus padres, que se encuentran bastante bien pero a los que tiene también que atender sin perder de vista.
Volverá cuando encuentre un hueco en sus obligaciones, y aquí, siempre será bien recibida.