MARÍA CRISTINA ME QUIERE GOBERNAR
Pero yo nunca me dejé gobernar por nada ni por nadie que no fuera lo que yo misma creía oportuno que debía de hacer.
A muchos les sorprenderá que la primera medida que tomé cuando fui presidenta del APA, que ahora es AMPA, fue poner la obligatoriedad de hacer los pagos por las cajas o bancos. ¿Se le ocurre ahora a alguien hacerlo en mano? Pues eso pasaba y lo atajé para que no volviera a ocurrir.
Propuse medidas de ahorro, no las impuse, y todos las aceptaron. Al acabar mi mandato dejé las cartillas a rebosar de dinero de los socios y de las subvenciones legalmente justificadas. Estuve un año pero creí que lo mejor era dejar la directiva que no significó dejar la asociación puesto que mis hijos seguían en el colegio participando de todo. Significó trabajar de otra forma por la escuela publicando en el periódico lo que allí fuera ocurriendo. Fiestas, Semanas Culturales, Actos de alumnos y profesores, Actividades culturales de todo tipo, deportivas, etc... Y cuando llegó el momento de que los padres denunciaron el mal estado del patio, lo cubrí en la prensa compaginando la labor que estaba haciendo en el ayuntamiento. Otra como esta no va a la feria, eso lo digo yo.
Son oportunidades que te brinda el destino, destinadas solo a ti, porque nadie en su sano juicio lo hubiera hecho. Pero tampoco nadie hubiera aceptado ser simplemente colaboradora para hacer una buena limpieza y poner en orden lo estaba como estaba el día que entré. Y como una tenía muchas facetas, las ejercía como mejor creía que había que hacerlo y no me pesa.
Pero yo nunca me dejé gobernar por nada ni por nadie que no fuera lo que yo misma creía oportuno que debía de hacer.
A muchos les sorprenderá que la primera medida que tomé cuando fui presidenta del APA, que ahora es AMPA, fue poner la obligatoriedad de hacer los pagos por las cajas o bancos. ¿Se le ocurre ahora a alguien hacerlo en mano? Pues eso pasaba y lo atajé para que no volviera a ocurrir.
Propuse medidas de ahorro, no las impuse, y todos las aceptaron. Al acabar mi mandato dejé las cartillas a rebosar de dinero de los socios y de las subvenciones legalmente justificadas. Estuve un año pero creí que lo mejor era dejar la directiva que no significó dejar la asociación puesto que mis hijos seguían en el colegio participando de todo. Significó trabajar de otra forma por la escuela publicando en el periódico lo que allí fuera ocurriendo. Fiestas, Semanas Culturales, Actos de alumnos y profesores, Actividades culturales de todo tipo, deportivas, etc... Y cuando llegó el momento de que los padres denunciaron el mal estado del patio, lo cubrí en la prensa compaginando la labor que estaba haciendo en el ayuntamiento. Otra como esta no va a la feria, eso lo digo yo.
Son oportunidades que te brinda el destino, destinadas solo a ti, porque nadie en su sano juicio lo hubiera hecho. Pero tampoco nadie hubiera aceptado ser simplemente colaboradora para hacer una buena limpieza y poner en orden lo estaba como estaba el día que entré. Y como una tenía muchas facetas, las ejercía como mejor creía que había que hacerlo y no me pesa.