TARDAJOS: EL ARREGLO DE LA CALLE DEL OLMO...

EL ARREGLO DE LA CALLE DEL OLMO

Ya me ha costado encontrar la foto. Y así opinaré de esta plaza, calle y su pequeño jardincillo con una fuente franqueada por árboles.

La calle en sí es enorme, como casi todas las calles del pueblo con lo que asfaltar sale caro por la gran superficie.

Como veis, aquí, no se puede echar la culpa a los árboles pues ocupan su modesto lugar.

También deciros, que en esta calle estuvieron las Escuelas de Adultos puesto que las de párvulos estaban en la plaza. Me queda saber cuando vendieron aquel caserón tan enorme, que de haberlo conservado, hoy en día se podría hacer lo que fuera, que metros y ventanas tiene un montón. Da, incluso a la Calle del Obispo Tobar. Pero andarían escasos de fondos, y la sacaron a pública subasta.

Luego esta calle fue escenario del famoso tunning que a muchos, la mayoría cautivaba. Y aquí tuvo lugar la quema de los neumáticos de los coches... que también presencié. ¿Y que más puedo recordar de aquel famoso tunning que tanto me molestó? Pues que en esa fecha tan señalada, en mi casa estábamos de comunión y me cortaron la entrada principal por lo que tuvimos que salir a misa por la trasera que da a la calle de la Hoz, y de ahí, la iglesia nos pillaba cerca. Pero mis invitados no pudieron usar los garages que los hermanos tenemos en la plaza, y fue un gran incomodo. Menos mal que nos fuimos a otro pueblo a celebrarlo y menos molestias debido a aquella gran ocasión de demostrar lo que estos vecinos importábamos al ayuntamiento y los hijos de sus amigos que eran los que traían aquí tal espectáculo. En otros sitios lo hacían en las afueras y aquí ocuparon el centro del pueblo con sus calles aledañas, y en la tarde noche, te mortificaban a placer. ¡Es que los muchachos se tenían que divertir, y nada mejor que elegir el día de las comuniones, que como eran solo dos, y vivían de punta a punta...!
Aquí, han pasado muchas incidencias, cuyo centro, ha sido mi familia, y en otras ocasiones, todavía más sangrantes. Como si yo fuera la única piedra donde se estallaban los sucesos.

Tener tantos hombres de fe, que si Obispo Tobar, que si Leandro Mayoral, que si otro que no tiene calle ni plaza ni monumento ni nada... puede traer estas cosas, que los religiosos procuran por su pueblo y si no se hacen las cosas bien, mandan castigos. En tiempos de los romanos y los celtas, los dioses mandaban maldiciones, y qué mejor lugar, éste, Deobrígula, la Mansión de los Dioses para ejercer su poder contra los pobres mortales.

Mirad que ruina el Centro de Turismo Rural de Rabé de las Calzadas, quizás por tomar el nombre de los dioses en vano, y querer ser superior a ellos, denominándose, "Deobrígula". Con los dioses y con los hombres de fe no se juega.