Resumiendo, y para que lo sepáis.
Tenía una casa la fundación para pobres que hubo que poner en claro.
A una señora de Tardajos la fundación le cedió la casa para que viviera en ella con sus hijos porque no tenía recursos. Cuando falleció, los miembros del Patronato les comunicamos que desalojaran la casa, pero no lo hicieron. No había manera de hablar con ellos. Todo sucedió a la muerte de Don Manuel que era quien conocía el tema. Quedaba el alcalde, pero éste no quiso saber nada, y a instancias nuestras nos recomendó a un abogado que nunca se ocupó del caso.
Tiempo muerto, hasta que llegó Juan Manuel, otro de los párrocos, y llegó el nuevo alcalde de hoy. Entonces, el caso lo tomó el amigo del alcalde, que es abogado municipal, y pensamos que lo resolveríamos por fin. Y lo hemos resuelto, aunque pagando más de lo debido, puesto que el juicio nunca se llegó a realizar ya que tomamos un acuerdo entre los familiares, el cura sucesor de Juan Manuel y yo.
Se denunció a los hijos para que abandonaran la estancia y dejaran libre el inmueble como digo. Pero antes de llegar a juicio, la familia implicada quiso llegar a un acuerdo para alquilar la casa legalmente, y el caso es conveniente saber que también ellos lo tenían en manos de un abogado, por lo cual había que andar con cuidado.
Quisimos llegar a un acuerdo, y llegamos. No fuimos a juicio y la familia admitió pagar todos los gastos judiciales, firmar un contrato de arrendamiento y pagar una mensualidad adecuada a las condiciones de la casa. Total, que el día que acordamos, el alcalde se excusó y no vino al encuentro.
Así que el señor Cura Párroco y yo nos reunimos con la familia y lo tuvimos que acordar todo. Hubo entendimiento y pagaron lo que nos habíamos gastado hasta el momento. Ellos abonan su renta mensualmente como acordamos.
Lo que si que nos dijeron es que los honorarios de nuestro abogado eran carísimos, pero los pagaron.
Tenía una casa la fundación para pobres que hubo que poner en claro.
A una señora de Tardajos la fundación le cedió la casa para que viviera en ella con sus hijos porque no tenía recursos. Cuando falleció, los miembros del Patronato les comunicamos que desalojaran la casa, pero no lo hicieron. No había manera de hablar con ellos. Todo sucedió a la muerte de Don Manuel que era quien conocía el tema. Quedaba el alcalde, pero éste no quiso saber nada, y a instancias nuestras nos recomendó a un abogado que nunca se ocupó del caso.
Tiempo muerto, hasta que llegó Juan Manuel, otro de los párrocos, y llegó el nuevo alcalde de hoy. Entonces, el caso lo tomó el amigo del alcalde, que es abogado municipal, y pensamos que lo resolveríamos por fin. Y lo hemos resuelto, aunque pagando más de lo debido, puesto que el juicio nunca se llegó a realizar ya que tomamos un acuerdo entre los familiares, el cura sucesor de Juan Manuel y yo.
Se denunció a los hijos para que abandonaran la estancia y dejaran libre el inmueble como digo. Pero antes de llegar a juicio, la familia implicada quiso llegar a un acuerdo para alquilar la casa legalmente, y el caso es conveniente saber que también ellos lo tenían en manos de un abogado, por lo cual había que andar con cuidado.
Quisimos llegar a un acuerdo, y llegamos. No fuimos a juicio y la familia admitió pagar todos los gastos judiciales, firmar un contrato de arrendamiento y pagar una mensualidad adecuada a las condiciones de la casa. Total, que el día que acordamos, el alcalde se excusó y no vino al encuentro.
Así que el señor Cura Párroco y yo nos reunimos con la familia y lo tuvimos que acordar todo. Hubo entendimiento y pagaron lo que nos habíamos gastado hasta el momento. Ellos abonan su renta mensualmente como acordamos.
Lo que si que nos dijeron es que los honorarios de nuestro abogado eran carísimos, pero los pagaron.