¡Feliz día de la Constitución Española!
Yo lo voy a celebrar hoy merendando uvas de la Ribera del Duero, que las trajimos al volver de Madrid, en pleno campo. Una vez que las cosechan, quedan las uvas tardías, y las que no pueden ser cosechadas si no hiela. Así, la naturaleza, nos ofrece mucho más de lo que aprovechamos. Allí, dejamos todavía muchas.
También me voy a deleitar con castañas, que por otra parte son típicas que de aquí. El ayuntamiento tenía muchas propiedades y gente que trabajaba de aparceros. Y llegada la Navidad, invitaba a la gente de este pueblo a castañas asadas, en los tiempos antiguos, como leí en el libro de Alfredo Herrera Nogal, "Fuero e Historia de Tardajos". Ahora nos las podemos comprar cualquiera y comerlas el día que nos apetezcan y de la forma deseada. Estas mías de hoy son del Bierzo y elegidas una a una en un supermercado. Así es como elegimos a quienes nos representan, por eso, luego no nos podemos quejar. Pero sin embargo, si podemos expresarnos, opinar, que hoy por hoy, gozamos de libertad de expresión. No cuesta nada, tampoco, y las palabras son necesarias. Mejor que cualquier actuación. El papel lo aguanta todo y admite réplicas.
Yo lo voy a celebrar hoy merendando uvas de la Ribera del Duero, que las trajimos al volver de Madrid, en pleno campo. Una vez que las cosechan, quedan las uvas tardías, y las que no pueden ser cosechadas si no hiela. Así, la naturaleza, nos ofrece mucho más de lo que aprovechamos. Allí, dejamos todavía muchas.
También me voy a deleitar con castañas, que por otra parte son típicas que de aquí. El ayuntamiento tenía muchas propiedades y gente que trabajaba de aparceros. Y llegada la Navidad, invitaba a la gente de este pueblo a castañas asadas, en los tiempos antiguos, como leí en el libro de Alfredo Herrera Nogal, "Fuero e Historia de Tardajos". Ahora nos las podemos comprar cualquiera y comerlas el día que nos apetezcan y de la forma deseada. Estas mías de hoy son del Bierzo y elegidas una a una en un supermercado. Así es como elegimos a quienes nos representan, por eso, luego no nos podemos quejar. Pero sin embargo, si podemos expresarnos, opinar, que hoy por hoy, gozamos de libertad de expresión. No cuesta nada, tampoco, y las palabras son necesarias. Mejor que cualquier actuación. El papel lo aguanta todo y admite réplicas.