Hoy os voy a hablar de mi amigo Javi. En realidad era el hermano de mis amigas, y si algo nos pasaba, él nos defendía siempre. En ese pueblito no hacía falta que tuvieras que tener un hermano mayor para que te cuidaran. Que yo tenía hermano mayor pero si por casualidad no estaba en ese momento, siempre había de repuesto hermano mayor. El hermano de cualquiera de nosotras nos atendía si nos querían pegar a lo tonto.
A este Javi le he recuperado por internet, y gracias a él, he vuelto a reencontrarme con todos y todas las demás. Esta vez, escribiendo en su Revista Cultural "El Rollo" de Ciruelos del Pinar. Lo más grande que me ha pasado hasta la fecha. Imaginaos que llega la crisis y te dicen que no hay papel para tí, pues nada, que tus amigos de siempre te dejan escribir. Hasta fotos antiguas les he envidado, de las pocas que tenía. Que si una de mi primera comunión en Ciruelos del Pinar, que si otra del Colegio de Maranchón - que íbamos todos y todas allí cuando cerraron el colegio de Ciruelos- que si otra, en que estoy con mi hermano pequeño, al que cuidaba siempre y mis amigas me ayudaban a cuidarle, ¡y qué aventuras corriendo con él y que no nos pillaran! Total que al transcurrir de los años, voy y me presento, porque la mayoría ya no me conoce, sólo mis compis pero la revista la leen muchos que son de fuera, otros de siempre, sus hijos, sus nietos. Es una experiencia única que haya llegado a quien no conozco en absoluto. Y les ponga algún poema, una carta de presentación, y vuelva de nuevo.
Y no sólo he vuelto a través del papel, sino que he vuelto a ese pueblo. Me quedé maravillada. No solo seguía como lo recordaba, sino mejor. Unas calles preciosas. Al menos, lo que me dio tiempo a ver el día que fui a Luzón, otro de mis pueblos de infancia.
Me fui directa al teleclub, que sigue igual que siempre, mejorado. Es el bar del pueblo. Quise entrar a ver si estaban Javi y Esther, su mujer, que también era amiga mía, y de las mejores que tuve. Pues no me hizo falta entrar, salía un señor y le pregunté por ellos, pero si es mi sobrino y este fin de semana no han venido. Y ya le dije quien era, dónde viví, y él me preguntó por todos. Todo muy breve, le di un pequeño encargo para Javi y su mujer y nos fuimos a Luzón a ver a otros amigos, conocidos por internet. ¡Qué gran día pasamos! Las escuelas de Luzón donde fui a aprender las primeras letras, convertidas en un Museo, "Las Escuelas de Luzón", el pequeño gran Luzón, donde todo lo que tienen ha sido rescatado. Las escuelas que se caían a cachos, las tradiciones que un buen día fueron prohibidas...
Como quedaban testimonios escritos, se pusieron a la dura tarea de rehabilitarlo todo. Está precioso, tras muchos esfuerzos personales de mis amigos y sus vecinos.
"Los Diablos de Luzón "son espectaculares y desfilan junto con las Mascaritas el día de los Carnavales.
El año pasado la foto de los Diablos de Luzón ganaron el primer premio de la Ruta del Cid en un concurso fotográfico - ruta que también pasa por Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante.
No os podéis imaginar el día que descubrí que esos preciosos pueblos tan acogedores de mi infancia eran pueblos de la Ruta del Cid, me dije, si estoy al lado... y como todo lo soluciono escribiendo, se lo conté por carta a todo Burgos en el diario de Burgos.
A este Javi le he recuperado por internet, y gracias a él, he vuelto a reencontrarme con todos y todas las demás. Esta vez, escribiendo en su Revista Cultural "El Rollo" de Ciruelos del Pinar. Lo más grande que me ha pasado hasta la fecha. Imaginaos que llega la crisis y te dicen que no hay papel para tí, pues nada, que tus amigos de siempre te dejan escribir. Hasta fotos antiguas les he envidado, de las pocas que tenía. Que si una de mi primera comunión en Ciruelos del Pinar, que si otra del Colegio de Maranchón - que íbamos todos y todas allí cuando cerraron el colegio de Ciruelos- que si otra, en que estoy con mi hermano pequeño, al que cuidaba siempre y mis amigas me ayudaban a cuidarle, ¡y qué aventuras corriendo con él y que no nos pillaran! Total que al transcurrir de los años, voy y me presento, porque la mayoría ya no me conoce, sólo mis compis pero la revista la leen muchos que son de fuera, otros de siempre, sus hijos, sus nietos. Es una experiencia única que haya llegado a quien no conozco en absoluto. Y les ponga algún poema, una carta de presentación, y vuelva de nuevo.
Y no sólo he vuelto a través del papel, sino que he vuelto a ese pueblo. Me quedé maravillada. No solo seguía como lo recordaba, sino mejor. Unas calles preciosas. Al menos, lo que me dio tiempo a ver el día que fui a Luzón, otro de mis pueblos de infancia.
Me fui directa al teleclub, que sigue igual que siempre, mejorado. Es el bar del pueblo. Quise entrar a ver si estaban Javi y Esther, su mujer, que también era amiga mía, y de las mejores que tuve. Pues no me hizo falta entrar, salía un señor y le pregunté por ellos, pero si es mi sobrino y este fin de semana no han venido. Y ya le dije quien era, dónde viví, y él me preguntó por todos. Todo muy breve, le di un pequeño encargo para Javi y su mujer y nos fuimos a Luzón a ver a otros amigos, conocidos por internet. ¡Qué gran día pasamos! Las escuelas de Luzón donde fui a aprender las primeras letras, convertidas en un Museo, "Las Escuelas de Luzón", el pequeño gran Luzón, donde todo lo que tienen ha sido rescatado. Las escuelas que se caían a cachos, las tradiciones que un buen día fueron prohibidas...
Como quedaban testimonios escritos, se pusieron a la dura tarea de rehabilitarlo todo. Está precioso, tras muchos esfuerzos personales de mis amigos y sus vecinos.
"Los Diablos de Luzón "son espectaculares y desfilan junto con las Mascaritas el día de los Carnavales.
El año pasado la foto de los Diablos de Luzón ganaron el primer premio de la Ruta del Cid en un concurso fotográfico - ruta que también pasa por Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante.
No os podéis imaginar el día que descubrí que esos preciosos pueblos tan acogedores de mi infancia eran pueblos de la Ruta del Cid, me dije, si estoy al lado... y como todo lo soluciono escribiendo, se lo conté por carta a todo Burgos en el diario de Burgos.