Tras el Adviento se desveló en la Nochebuena el misterio de la puerta de la Navidad que estuvo custodiada por varias cadenas cerradas con candados. Sucesivamente, domingo, tras domingo se iba quitando una, hasta que ayer la puerta de Belén quedó abierta del todo, iluminándose el bello portal con unas luces que lo enmarcan, y así quedará expuesto durante lo que resta de la Navidad.