¡Soy tan curiosa! Me gusta saber el por qué de las cosas, que en apariencia es simple pero que si indagas un poco, la cosa se agranda. No es tan nimio el detalle. Es como que a uno o a una te impidan hablar, que tenía su espacio de foro público, mucho antes de que éste y otros existieran.
Era útil, porque ahí tenían cabida los anuncios de los difuntos. Lo eché en falta el día que murió el último vecino, Antonio Velasco, y entonces me fui a preguntarle a mi vecina, María y me dijo quién era. No tan mayor como ella pero la muerte no distingue ni de jóvenes, ni de viejos, que si viene a por uno no se escapa.
Os lo voy a contar:
resulta que este cartel de anuncios apareció apedreado o abotellado en las pasadas fiestas de Semana Santa. Que por poco que haya llovido, ya lleva un buen rato desaparecido en combate. Me dijeron que unos chabales muy ufanos, manifestaron la intención de que sus padres siempre pagaban lo que ellos rompían. Pero date nadie se lo ha reclamado, y el cartel lo quitaron de en medio y no lo volvieron a poner. Ya sé donde está, y como he preguntado por él seguro que lo vuelven a instalar.
Y como no tuve tiempo de hacer la crónica de la fiesta, la hago ahora seguido de esta pequeña puntualización. Os aseguro, que quienes lo rompieron no fueron a casa a decirlo, que mentir por las estrellas es muy fácil, y nadie les va a ir a preguntar a ellas.
Era útil, porque ahí tenían cabida los anuncios de los difuntos. Lo eché en falta el día que murió el último vecino, Antonio Velasco, y entonces me fui a preguntarle a mi vecina, María y me dijo quién era. No tan mayor como ella pero la muerte no distingue ni de jóvenes, ni de viejos, que si viene a por uno no se escapa.
Os lo voy a contar:
resulta que este cartel de anuncios apareció apedreado o abotellado en las pasadas fiestas de Semana Santa. Que por poco que haya llovido, ya lleva un buen rato desaparecido en combate. Me dijeron que unos chabales muy ufanos, manifestaron la intención de que sus padres siempre pagaban lo que ellos rompían. Pero date nadie se lo ha reclamado, y el cartel lo quitaron de en medio y no lo volvieron a poner. Ya sé donde está, y como he preguntado por él seguro que lo vuelven a instalar.
Y como no tuve tiempo de hacer la crónica de la fiesta, la hago ahora seguido de esta pequeña puntualización. Os aseguro, que quienes lo rompieron no fueron a casa a decirlo, que mentir por las estrellas es muy fácil, y nadie les va a ir a preguntar a ellas.