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TARDAJOS: Deciros que la paz ha vuelto a la plaza, y creo que...

Deciros que la paz ha vuelto a la plaza, y creo que la guerra no volverá a apostarse en las ventanas de mi vecina. Y si no, ya me buscaré el medio de poder frenar a tiempo los malos modos y peores palabras. ¿Sabéis cuánto cuesta una palabra malsonante si se acusa a alguien que no es del grupito Maravillas? 50 euros. A veces, hasta merece la pena pagarlos. Cuando una tiene oídos y ve que ese tipo de lenguaje es la moneda de cambio más corriente aquí, pero, ojito, que para eso hay que pertenecer al grupo. Y os voy a decir de qué manera. Hay que ser siervo o sierva de quien manda más que en la jefatura de la Policía, o en un cuartel del ejército de Tierra. Y si no obedeces, ya no eres del grupito maravillas, si no que te condenan aunque no tengan pruebas, aunque no hayan presenciado los hechos, aunque hayan hecho novillos y por eso tengan que declarar en contra tuya, y tacharte de indeseable, desde la más tierna edad.
Claro que en la vida, ante esa actitud, afloran los disidentes, y entonces, ellos los reyes del universo. Para mi y para muchos como si os lo quedáis completo.
Ah, también se empujan, se pegan, se hacen daño a los demás y así mismos, pero eso no cuenta, porque eso es lo normal entre los que forman el grupo.
Es un grupo que impone la dictadura más férrea, haced lo que se os manda, y si no se obedece, habrá represalias.