SEVERIANO PAMPLIEGA: ESCRITOR Y POETA
Severiano, además de poeta es articulista y colaborador fijo de la Revista" Encuentros" de Antiguos Alumnos de Tardajos. El escribe lo que vivió porque gracias a Dios lo recuerda vivamente. Del Tardajos del ayer, de personas pasadas, de cómo se vivía... Siente a Tardajos en su piel de persona que disfrutó su pueblo pero se tuvo que ir porque el destino así lo quiso.
En esa revista número 43, habla de Martín "El Fresquero" y también en la misma página donde concluye nos inquieta con un poema. A mi sí me inquietó porque es como un fantasma que le ronda. "Ya se acerca mi fin", y firma Seve. Os lo expondré porque sé que le gustará que llegue a más público. A un escritor, le gusta que le lean, aunque no compartan lo que escribe. El caso es llegar a más gente que por el mismo precio cuantos más lectores haya mejor. Es lo que intento, cuando las palabras vienen a mi, porque hay veces que me faltan cuando se hace un nudo con los sentimientos que tienes. Y es la vía de escape para soltar todos los fantasmas que te rondan y ronronean por cualquier parte. Marchaos y volad, les digo yo algunas veces.
Severiano, además de poeta es articulista y colaborador fijo de la Revista" Encuentros" de Antiguos Alumnos de Tardajos. El escribe lo que vivió porque gracias a Dios lo recuerda vivamente. Del Tardajos del ayer, de personas pasadas, de cómo se vivía... Siente a Tardajos en su piel de persona que disfrutó su pueblo pero se tuvo que ir porque el destino así lo quiso.
En esa revista número 43, habla de Martín "El Fresquero" y también en la misma página donde concluye nos inquieta con un poema. A mi sí me inquietó porque es como un fantasma que le ronda. "Ya se acerca mi fin", y firma Seve. Os lo expondré porque sé que le gustará que llegue a más público. A un escritor, le gusta que le lean, aunque no compartan lo que escribe. El caso es llegar a más gente que por el mismo precio cuantos más lectores haya mejor. Es lo que intento, cuando las palabras vienen a mi, porque hay veces que me faltan cuando se hace un nudo con los sentimientos que tienes. Y es la vía de escape para soltar todos los fantasmas que te rondan y ronronean por cualquier parte. Marchaos y volad, les digo yo algunas veces.