YA SE ACERCA MI FIN
Está ya la segur a pie del árbol
en espera de dar su último tajo.
Tiene el filo mellado por los golpes,
tantos, tan duros que nos da la vida.
A unos más y a otros menos, pero a todos
nos va talando irremisiblemente.
Ya no sube la savia hasta la fronda
que guardó las promesas y los besos,
ni le ofrece la sombra al caminante,
ni siquiera los pájaros le anidan.
Le va a ser fácil derribar mi tronco
porque ya está muy viejo y carcomido.
Muy pronto os diré "Adios" ya cualquier día
no por un día sino para siempre.
Con voz entrecortada, iré llamando
primero a Dios, después uno por uno
a mis seres queridos. Que Él os guarde.
A todos os diré esta misma cosa:
¡Que os he querido mucho y que os espero!
Severiano Pampliega Nogal
Está ya la segur a pie del árbol
en espera de dar su último tajo.
Tiene el filo mellado por los golpes,
tantos, tan duros que nos da la vida.
A unos más y a otros menos, pero a todos
nos va talando irremisiblemente.
Ya no sube la savia hasta la fronda
que guardó las promesas y los besos,
ni le ofrece la sombra al caminante,
ni siquiera los pájaros le anidan.
Le va a ser fácil derribar mi tronco
porque ya está muy viejo y carcomido.
Muy pronto os diré "Adios" ya cualquier día
no por un día sino para siempre.
Con voz entrecortada, iré llamando
primero a Dios, después uno por uno
a mis seres queridos. Que Él os guarde.
A todos os diré esta misma cosa:
¡Que os he querido mucho y que os espero!
Severiano Pampliega Nogal