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TARDAJOS: ¡Qué interesante! ¿Quién eres y dónde vives ahora?...

HOMBRES Y TIERRAS DE TARDAJOS por SEVERIANO PAMPLIEGA

MARTÍN " EL FRESQUERO"

Pero volvamos a nuestro Martín "El Fresquero". Todos los días, bien de madrugada, subía a Burgos, a la Plaza de Abastos, a comprar mercancía fresca, y volver cuanto antes a casa para vender su pescado.
Tenía un hijo, de mi tiempo, éramos quintos, muy amigo mío. Su padre le mandaba a pregonar el pescado por las calles del pueblo, pero siempre lo hacía a regañadientes y de mala gana. Además tenía poca voz y lo peor es que era muy vergonzoso. Así que muchas veces su padre me mandaba a mí que lo hacía mejor. Algunas veces hasta se le olvidaba lo que tenía que pregonar y se lo tenían que escribir en un papel. A mí no me hacía falta que me lo escribiera porque me lo aprendía de memoria a la primera. Es más, lo estaba deseando. Y lo digo porque algunas veces pregonaba incluso lo que no tenía, para hacer bulto. Yo le decía: Señor Martín, si alguna mujer le pide algo que no ha comprado o no tiene por lo que sea, usted le dice que se le ha terminado, no me queda o algo así. El caso es que venga, que ya comprará otra cosa. Por otra parte a mí me venía muy bien porque me ganaba unas perrillas de propina. Y otras veces me daba algo para la cena. Y mi madre tan contenta.

Bueno, basta de incienso que está muy feo eso de alabarse a uno mismo, ¿verdad? Pero es cierto que mientras el hijo daba una vuelta al pueblo, yo daba, al trote, dos o tres. Y cuando pasaba por delante de la casa de Patricio y Silvino, como eran los zapateros de oficio en el pueblo, yo pregonaba "el zapatero" estuviera o no estuviera en la lista. Yo sí que tenía la voz fuerte y se me oía de punta a punta. Además casi siempre era el mismo género y el señor Martín era muy generoso y muy buena persona.

Yo me he preguntado el porqué de la palabra Zapatero aplicada a la palometa. A lo mejor tiene algo que ver con ese color negruzco y de cierto brillo del mandil de los "Remendones".
Como por su negocio tenía que subir a Burgos se puede decir que todos los días, Martín hacía de verdadero Correo; siempre llevaba algún recado o favor que hacer. Le venía muy bien a cualquiera.

Un momento por favor. ¡Silencio. ¿no oís?: Sardinas, anchoas, chicharro, pescadilla, congrio, "zapatero",... en casa del señor Martín.

hola yo tambien fui pregonero de tardajos en la pescaderia de hojas

¡Qué interesante! ¿Quién eres y dónde vives ahora? Si quieres puedes contarnos tu experiencia. Todos no somos iguales, y yo las pescaderías en Tardajos las he vivido de otra manera, y desde que llegué aquí hasta nuestros días, han desaparecido las tiendas fijas de pescado.
En la misma plaza donde vivo había una, creo que de Hojas también. Muy distinto todo, hasta los nombres. Aquí, me chocó mucho que a los del oficio se les llamara pescateros, siempre había oído, pescaderos. Ya nunca conocí eso de pregonar la mercancía por la calle, a no ser que vengan comercios ambulantes, como el de Lerma, el afilador, que nos sigue visitando, las zapaterías que van por el centro del pueblo con los altavoces pregonando, "zapatos, zapatillas baratas de muy buena calidad". En Madrid yo tenía una compañera de colegio que era pescadera. Luego, al llegar aquí, también me chocaban los nombres de los pescados porque en Madrid se llamaban de otra manera. O en el tiempo de los melones que siguen viniendo meloneros a venderlos muy baratos, en relación a los precios del mercado.
Como quiera que también me ha chocado todo esto, he escrito, en más de una ocasión sobre los variados nombres que se les dan a los peces dependiendo del lugar. El mismo, en Madrid, en Burgos o en Galicia.