Hoy porque se ha hecho muy tarde, pero mañana voy a contar acerca de las ratas de las alcantarillas.
Otro grave problema que tenemos algunos vecinos con las ratas, y ya hemos probado lo que nos ha recetado el servicio antirratas que hay contratado en el ayuntamiento. Pero las ratas no se mueren. A lo mejor se han acostumbrado ya al veneno que les dan y ellas siguen y siguen excavando agujeros en mi jardín. Me dieron para ellas trigo envenenado en bolsitas y para empezar unas ligas. Mañana os contaré el resultado.
Era algo que me ap
Otro grave problema que tenemos algunos vecinos con las ratas, y ya hemos probado lo que nos ha recetado el servicio antirratas que hay contratado en el ayuntamiento. Pero las ratas no se mueren. A lo mejor se han acostumbrado ya al veneno que les dan y ellas siguen y siguen excavando agujeros en mi jardín. Me dieron para ellas trigo envenenado en bolsitas y para empezar unas ligas. Mañana os contaré el resultado.
Era algo que me ap
Debido a un error, que voy a subsanar, para no perder el hilo de la historia...
LAS RATAS DE ALCANTARILLA
El efecto que me produce ver agujeros, cada día en mi jardín de estas asquerosas, es el de salir de casa, a donde sea. Me paseo por muchísimos sitios, y veo tantas y tantas cosas interesantes... que no se ven aquí. Luego tengo mis cosechas, de todo tipo, por tanto, poco tiempo para concentrarme en el asco, la rabia, los escalofríos y la mala leche que me produce ver un día y otro más los agujeros por donde salen de las alcantarillas las ratas a regodearse en mi patio. Muchas veces, mueren, y no siempre he tratado con justicia a mis perros. Voy a interrumpir el relato en breve, porque me voy a caminar, como cada día, pero volveré y seguiré con este odioso tema.
El salir corriendo de un problema como éste, es no querer verlo, no las quiero ver ni en pintura a esas malditas roedoras que si pudieran me corroerían mis sueños, pero nada puedo hacer, ya que la solución no está en mis manos, ni creo que en las manos de quienes están recetando remedios que no son eficaces y que calculo que serán caros, por otra parte. Muy caros, si encima no hacen nada.
Anteriormente ya me habían dado para ellas trigo envenenado, pero ahora me dijeron, cuando me he querido enfrentar de nuevo al problema, que había otros venenos más eficaces. Pues hijos míos, si esto es eficaz, que venga Dios y lo vea. Se lo han comido todo, y quizás la que lo haya comido se haya muerto, que no lo sé porque estas ratas no están indentificadas. Son ratas anónimas. ¿Se nos ha ocurrido pensar que a lo mejor no son todas iguales? Yo, desde luego, ni quiero saberlo. Y habrá tantas y tantas que ni todo el campo de Tardajos envenenado serviría para acabar con ellas. ¡Uy que risa con las ligas! otro remedio novedoso de este año.
El efecto que me produce ver agujeros, cada día en mi jardín de estas asquerosas, es el de salir de casa, a donde sea. Me paseo por muchísimos sitios, y veo tantas y tantas cosas interesantes... que no se ven aquí. Luego tengo mis cosechas, de todo tipo, por tanto, poco tiempo para concentrarme en el asco, la rabia, los escalofríos y la mala leche que me produce ver un día y otro más los agujeros por donde salen de las alcantarillas las ratas a regodearse en mi patio. Muchas veces, mueren, y no siempre he tratado con justicia a mis perros. Voy a interrumpir el relato en breve, porque me voy a caminar, como cada día, pero volveré y seguiré con este odioso tema.
El salir corriendo de un problema como éste, es no querer verlo, no las quiero ver ni en pintura a esas malditas roedoras que si pudieran me corroerían mis sueños, pero nada puedo hacer, ya que la solución no está en mis manos, ni creo que en las manos de quienes están recetando remedios que no son eficaces y que calculo que serán caros, por otra parte. Muy caros, si encima no hacen nada.
Anteriormente ya me habían dado para ellas trigo envenenado, pero ahora me dijeron, cuando me he querido enfrentar de nuevo al problema, que había otros venenos más eficaces. Pues hijos míos, si esto es eficaz, que venga Dios y lo vea. Se lo han comido todo, y quizás la que lo haya comido se haya muerto, que no lo sé porque estas ratas no están indentificadas. Son ratas anónimas. ¿Se nos ha ocurrido pensar que a lo mejor no son todas iguales? Yo, desde luego, ni quiero saberlo. Y habrá tantas y tantas que ni todo el campo de Tardajos envenenado serviría para acabar con ellas. ¡Uy que risa con las ligas! otro remedio novedoso de este año.