Sin embargo, desde que está con nosotros, se muestra muy cariñoso con los niños, con los perros pequeños, de hecho, ha sido como un padre para Sami, enseñándole todo, lo bueno y lo malo, como cualquier padre, que no nos engañemos, perfectos no somos ni modelos tampoco. Si actuamos mal, no acatamos las reglas, no somos buenas personas, estamos creando modelos parecidos a los nuestros. Lo grande de nosotros es que somos personas, y los hijos, recibimos mensajes de muchos ambientes, y tenemos libertad de tomarlos o dejarlos. No quiere decir que lo que haga un padre vaya a misa, pero ayuda bastante, en pro y en contra. La última decisión la tiene la persona de elegir lo bueno, lo malo, lo menos bueno o lo menos malo, dentro de todo lo que se le ofrece, que no es poco. La sociedad también educa, a favor o en contra. Hasta de lo malo se saca provecho, si lo utilizamos para no cometer el mismo error, porque somos seres humanos históricos que gracias a nuestra inteligencia podemos aprender del pasado, de las experiencias de otros, y sin tener que sufrirlas si queremos.