DONACIÓN DE SANGRE EN FRANDOVÍNEZ UN AÑO MÁS
El proceso se inicia rellenando un papel impreso a dos caras donde al donante se le hacen una serie de preguntas. Una vez relleno se tiene una entrevista, en este caso con la doctora a quien se le tiene que entregar el DNI, y contestar a una serie de preguntas, totalmente confidenciales. Y con el visto bueno de la doctora, vas a sentarte al sillón. Mi consejo es no mirar, y me da buenos resultados porque la sangre fluye a la bolsa, sin enterarte. Cuando acaba el lleno total, de medio litro, la máquina avisa y se detiene. Se saca la bolsa, si se necesita te tumbas un poco para no marearte, si lo estás, hasta que se te pase.
Luego te ofrecen zumos, agua o cocacola y un pequeño bocadillo de lo que quieras. Este año había embutido, queso y paté con pan de chapata. Y de regalo, un bolígrafo.
Mi impresión de hoy ha sido increíble, ni enterarme, ni marearme, como si nada hubiera ocurrido.
Cuando se va a realizar una donación no hay hacer ejercicio, ni antes ni después. Mi primera vez fue un tanto traumática porque la bolsa no se llenó, me mareé un montón, pero es que fui corriendo al centro improvisado para tal ocasión, la sala del Ayuntantamiento de Tardajos. Aquella mañana corrí doblemente, la carrera matinal y la de buscar las llaves pues el equipo estaba a la puerta sin nadie que lo recibiera. Ni idea tenía de esas normas de estar en pausa total, y lo vas aprendiendo el día que te decides a ser donante. Que la sangre fluye mejor en reposo, que hay que beber mucha agua antes, y después. Y todo lo demás es sencillo. Tranquilidad y buenos alimentos, y nada más.
Este año hay una gran demanda de sangre de una de las más comunes, del grupo A +, y según me han dicho, incluso están realizando llamadas a los donantes directamente porque hay apremio de ella. Desde Burgos, del Hospital Divino Vallés se desplaza un equipo médico con todo lo necesario para realizar la donación. Una vez acabado el proceso, se recoge y es llevado al Banco de Sangre, sito en Valladolid por una unidad móvil que lo transporta totalmente refrigerado. Antes el Banco de Sangre estaba en Burgos, pero sufrió traslado a la capital de la Comunidad autónoma, justo el año en que se hacía la recogida de sangre en Tardajos, en el 2009.
Desde allí, desde Valladolid la sangre viaja al lugar donde se necesita. Que nunca se sabe, quien puede ser, y por distintas circunstancias de la vida. Con ella se puede seguir viviendo.
El proceso se inicia rellenando un papel impreso a dos caras donde al donante se le hacen una serie de preguntas. Una vez relleno se tiene una entrevista, en este caso con la doctora a quien se le tiene que entregar el DNI, y contestar a una serie de preguntas, totalmente confidenciales. Y con el visto bueno de la doctora, vas a sentarte al sillón. Mi consejo es no mirar, y me da buenos resultados porque la sangre fluye a la bolsa, sin enterarte. Cuando acaba el lleno total, de medio litro, la máquina avisa y se detiene. Se saca la bolsa, si se necesita te tumbas un poco para no marearte, si lo estás, hasta que se te pase.
Luego te ofrecen zumos, agua o cocacola y un pequeño bocadillo de lo que quieras. Este año había embutido, queso y paté con pan de chapata. Y de regalo, un bolígrafo.
Mi impresión de hoy ha sido increíble, ni enterarme, ni marearme, como si nada hubiera ocurrido.
Cuando se va a realizar una donación no hay hacer ejercicio, ni antes ni después. Mi primera vez fue un tanto traumática porque la bolsa no se llenó, me mareé un montón, pero es que fui corriendo al centro improvisado para tal ocasión, la sala del Ayuntantamiento de Tardajos. Aquella mañana corrí doblemente, la carrera matinal y la de buscar las llaves pues el equipo estaba a la puerta sin nadie que lo recibiera. Ni idea tenía de esas normas de estar en pausa total, y lo vas aprendiendo el día que te decides a ser donante. Que la sangre fluye mejor en reposo, que hay que beber mucha agua antes, y después. Y todo lo demás es sencillo. Tranquilidad y buenos alimentos, y nada más.
Este año hay una gran demanda de sangre de una de las más comunes, del grupo A +, y según me han dicho, incluso están realizando llamadas a los donantes directamente porque hay apremio de ella. Desde Burgos, del Hospital Divino Vallés se desplaza un equipo médico con todo lo necesario para realizar la donación. Una vez acabado el proceso, se recoge y es llevado al Banco de Sangre, sito en Valladolid por una unidad móvil que lo transporta totalmente refrigerado. Antes el Banco de Sangre estaba en Burgos, pero sufrió traslado a la capital de la Comunidad autónoma, justo el año en que se hacía la recogida de sangre en Tardajos, en el 2009.
Desde allí, desde Valladolid la sangre viaja al lugar donde se necesita. Que nunca se sabe, quien puede ser, y por distintas circunstancias de la vida. Con ella se puede seguir viviendo.