Bonito paseo mañanero, que va a calentar de firme, como suele hacer durante todo el verano. La naturaleza es única, con lo poco que recibe y tanto como nos da. Las flores de Alazán que me quedaron de recolectar cuando me fui, se han secado por si solas en el campo, y ayer mismo, por la tarde me fui a verlas. Solo recogerlas y dejarlas que se sequen más hasta que las reduzca a polvo para mis guisos. Es el azafrán de los pobres pero con muy buenas propiedades, sin conservantes ni colorantes, que lo tiene suyo propio, tal y como sus genes le han dictado. Unos simples cardos cuyos pétalos se aprovechan para el consumo en muchos guisos. Las frambuesas, listas para ser recogidas, y las nectarinas madurando en el árbol. Ya esta misma mañana me he comido ciruelas claudias, muy adelantadas. Pequeñas pero con el sabor más concentrado que nunca.
¡Qué curioso es ver que un mismo árbol las tiene de todos los tamaños! Que unas prosperan más que otras dependiendo del lugar que ocupen, creo yo, que será por eso, pero nadie lo puede saber a ciencia cierta. La naturaleza no guarda las reglas matemáticas a la perfección. Dos más dos no son cuatro. Lo mismo que en medicina y en cuestiones de salud. Es un gran enigma el reino natural. Sabemos sus leyes, pero pasamos de ellas tantas veces... Al final nos da los frutos que nos ganamos y que sabemos apreciar. Porque si lo que se cultiva no se recoge, se pierde. Quizás hoy no caliente tanto que hay nubes en el cielo, grises ocultando el azul celeste. ¡Cuánto que tengo que hacer!
¡Qué curioso es ver que un mismo árbol las tiene de todos los tamaños! Que unas prosperan más que otras dependiendo del lugar que ocupen, creo yo, que será por eso, pero nadie lo puede saber a ciencia cierta. La naturaleza no guarda las reglas matemáticas a la perfección. Dos más dos no son cuatro. Lo mismo que en medicina y en cuestiones de salud. Es un gran enigma el reino natural. Sabemos sus leyes, pero pasamos de ellas tantas veces... Al final nos da los frutos que nos ganamos y que sabemos apreciar. Porque si lo que se cultiva no se recoge, se pierde. Quizás hoy no caliente tanto que hay nubes en el cielo, grises ocultando el azul celeste. ¡Cuánto que tengo que hacer!