Este año ha despuntado mi menta poleo que también tiene su pequeña historia. Compré una maceta en el la floristería del Alto de Villalbilla, y aguantó en la terraza el primer año. Al segundo, y sin meterlo en casa en invierno, aguantó los fríos, los hielos y las nieves. Este año, el tercero, decidí ir a la chatarrería y comprarle a Demetrio un balde, el más viejo que tenía, porque así me evitaba el agujerearlo que para maceta tiene que estar así para que el agua se filtre, salga y no se estanque. El resultado ha sido éste: mi primera cosecha de menta poleo en mi jardín poniéndolo en alto por si los perros lo tocaran, los roedores lo atacaban, y con un buen plato en su base para que retenga la humedad.
Ahora ya sé que aguanta. Y cuando lo tenía listo me daba una pena cortarlo... Lo hice y ahora lo que veo es que voy a tener una segunda cosecha, algo más escasa pero ha vuelto a florecer.
El menta poleo lo he añadido a la manzanilla, orégano, tomillo, toronjil o melisa y el árbol de la tila de mi patio porque una vez visité Salas de los Infantes y me encantó el gran tilo de una plaza que vi allí, y lo bien que olía. Así que decidimos poner uno en casa.
Ahora ya sé que aguanta. Y cuando lo tenía listo me daba una pena cortarlo... Lo hice y ahora lo que veo es que voy a tener una segunda cosecha, algo más escasa pero ha vuelto a florecer.
El menta poleo lo he añadido a la manzanilla, orégano, tomillo, toronjil o melisa y el árbol de la tila de mi patio porque una vez visité Salas de los Infantes y me encantó el gran tilo de una plaza que vi allí, y lo bien que olía. Así que decidimos poner uno en casa.