LA FACETA PERSONAL Y POLÍTICA ES DIFÍCIL DE SEPARAR EN UN PERSONALISTA NATO
Cuando una ha tratado con él, y para el tema de la propia fundación le da una cara personal, quedar en su propia casa... cuando hay una Casa Parroquial, sede de la Fundación y no otra. Eso dice mucho del cargo.
Le comuniqué en una llamada que quedaríamos para el día de ayer, y cuando ya casi sabíamos el día y la fecha, me pone un mensaje whapsapp y me dice que en su casa.
No, le dije, la reunión tiene que ser en la Casa Parroquial donde siempre han sido las reuniones a las que yo he asistido junto con los otros patronos. Y tan solo una o dos fueron en mi casa, pero no por un motivo personalista, sino de caridad cristiana, pues no iba yo a consentir que cura y alcalde se helasen en pleno invierno, y yo misma, ¡qué bobadas!. la Casa Parroquial ya lleva mucho tiempo que no se habita, y por tanto no se calienta. Y no por motivo de meriendas ni nada similar como fue mi gran error en la primera reunión que tuvimos con el señor alcalde. Es que no caí en la cuenta, porque una ha ido siempre de buena fe, y otros no.
Ahora todavía estamos en verano... tiempo habrá de glorias y chimeneas, pero eso ya no lo verán mis ojos. Que tan ricamente, estaré en mi salón, o de paseo, o donde yo quiera. Quizás bailando zumba en otro pueblo, y sin preocuparme ya nunca más que los de la Funeraria San José o de la Paz me llamen.
Yo ahora reflexiono y me digo ¿Y si la reunión convocada hubiera sido en la casa particular del señor alcalde? ¿La habría suspendido? ¿Nos habría dejado al cura y la juez para irse al bar con alguien, toda vez que mi presencia le causa tanto daño ahora por tantos escritos míos?
Cuando una ha tratado con él, y para el tema de la propia fundación le da una cara personal, quedar en su propia casa... cuando hay una Casa Parroquial, sede de la Fundación y no otra. Eso dice mucho del cargo.
Le comuniqué en una llamada que quedaríamos para el día de ayer, y cuando ya casi sabíamos el día y la fecha, me pone un mensaje whapsapp y me dice que en su casa.
No, le dije, la reunión tiene que ser en la Casa Parroquial donde siempre han sido las reuniones a las que yo he asistido junto con los otros patronos. Y tan solo una o dos fueron en mi casa, pero no por un motivo personalista, sino de caridad cristiana, pues no iba yo a consentir que cura y alcalde se helasen en pleno invierno, y yo misma, ¡qué bobadas!. la Casa Parroquial ya lleva mucho tiempo que no se habita, y por tanto no se calienta. Y no por motivo de meriendas ni nada similar como fue mi gran error en la primera reunión que tuvimos con el señor alcalde. Es que no caí en la cuenta, porque una ha ido siempre de buena fe, y otros no.
Ahora todavía estamos en verano... tiempo habrá de glorias y chimeneas, pero eso ya no lo verán mis ojos. Que tan ricamente, estaré en mi salón, o de paseo, o donde yo quiera. Quizás bailando zumba en otro pueblo, y sin preocuparme ya nunca más que los de la Funeraria San José o de la Paz me llamen.
Yo ahora reflexiono y me digo ¿Y si la reunión convocada hubiera sido en la casa particular del señor alcalde? ¿La habría suspendido? ¿Nos habría dejado al cura y la juez para irse al bar con alguien, toda vez que mi presencia le causa tanto daño ahora por tantos escritos míos?