Os aseguro que como me impidáis la entrada (aceptaré condiciones, eso sí) que os voy a perfumar el recinto con la colonia del señor alcalde, regalo del pasado año, a mi, una de sus "preferidas" del ayuntamiento hasta hacerse con el poder real. Aquello no dejó de sorprenderme en su día, ya que se comportaba como si fuera el alcalde "en funciones", y antes de tomar posesión del cargo. Uno más a mandar sin realmente tener que hacerlo. Los hechos llevan una evolución lógica, tú mueves ficha o te plantas. Y luego te atienes a lo que has hecho o demostrado. Lo bueno de todo lo que me ha pasado es haberlo podido contar, que menuda rabia me daría, el vivirlo y no tener recursos para expresarlo.