TARDAJOS: De la Balsa del Regadío a los Altos de San Sebastián,...

De la Balsa del Regadío a los Altos de San Sebastián, y bien servicial que fui siempre. Eso cotejándolo con los padrones municipales al uso, en Tardajos y en Rabé porque así lo quiso la señora. Haciendo competencia a Correos como cartera municipal, haciendo trabajos de lecturas de contadores, incluso, uno que leí al revés, después de tanto tiempo muerto de risa. Y más funciones que ahora no me da tiempo revisar. Mandad bien, y lo obedeceré si me gusta. Obedecí en todo, dar la versión real del asunto, la versión real de los hechos. Y con toda clase de detalles, fotos, escritos, diálogos en busca de un buen entendimiento entre vecinos, juicio de faltas en otro pueblo, Quintanadueñas, para regocijo de las señoras políticas que perdieron un día los papeles y pusieron a San Martín por bandera... Lógico pues allí, San Martín es muy venerado, como he podido comprobarlo recientemente, y donde los vecinos son agasajados pues todo corre a cargo del ayuntamiento, que paga bien a la Peña Los Cigüeños, y te sirven manjares de un cerdo muy bien condimentados. Se paga un precio simbólico, eso sí, pero se pasa bien degustando los buenos productos de la tierra. Unos años en una cochera amplia y espaciosa, este año, en un buen Centro Cívico al calor de unas relaciones amistosas trabadas por el compañerismo de nuestros maridos. Y justo, ese día, me tocó dar traslado a una licencia de enterramiento...
Otro día recordarme que os tengo que contar cómo fue mi última navidad laboral sin laborar. Una muchacha muy servicial y muy mal pagada. Ella se lo buscaría escribiendo a tocho y mocho. ¡La escritura, la perdición de una casa! ¿Pero quién diablos me metería a mi tantos pájaros en la cabeza pera luego tener que desplumarlos?