MARCANDO DIFERENCIAS
Aquí muchas madres con las que tuve la oportunidad de hablar en el pasado, que ahora, por ser distinta, dejaron de hablarme; es más, han intentado ignorarme pero sin éxito. Estoy y soy a pesar de que les gustaría que desapareciese.
Me decían, por aquel entonces, que esto de los chamizos era algo normal por lo que todas y todos ellos habían pasado a lo largo de sus vidas en este suyo Tardajos del alma. Y yo, me negaba, que quizás mis hijos en su convivencia lo tuvieran que sufrir, pero no lo veía ni normal, ni bueno, ni beneficioso para su desarrollo cultural y social.
Es más, tuve la ocasión de erradicarlo del colegio junto con otros padres y madres del centro, algunos y algunas de Tardajos también. Allí no estaban bien vistos, y sin embargo, los mismos y las mismas que allí lo erradicaron, lo han estado consintiendo durante más de diez años en el pueblo, y sin ningún problema. Normal, normal, hasta los hechos demuestran lo desastroso que ha sido para los jóvenes.
Y cuando llegan los problemas, las autoridades se lavan las manos. A mi me han llegado a decir que la culpa de todo, la vecina, una loca, en fin.
Cuando esa señora, ya en tiempos del actual alcalde, va al ayuntamiento a quejarse por enésima vez, el señor alcalde le dice sin ningún rubor, "lo que diga la secretaria"... En tus manos encomiendo mi espíritu...
Aquí muchas madres con las que tuve la oportunidad de hablar en el pasado, que ahora, por ser distinta, dejaron de hablarme; es más, han intentado ignorarme pero sin éxito. Estoy y soy a pesar de que les gustaría que desapareciese.
Me decían, por aquel entonces, que esto de los chamizos era algo normal por lo que todas y todos ellos habían pasado a lo largo de sus vidas en este suyo Tardajos del alma. Y yo, me negaba, que quizás mis hijos en su convivencia lo tuvieran que sufrir, pero no lo veía ni normal, ni bueno, ni beneficioso para su desarrollo cultural y social.
Es más, tuve la ocasión de erradicarlo del colegio junto con otros padres y madres del centro, algunos y algunas de Tardajos también. Allí no estaban bien vistos, y sin embargo, los mismos y las mismas que allí lo erradicaron, lo han estado consintiendo durante más de diez años en el pueblo, y sin ningún problema. Normal, normal, hasta los hechos demuestran lo desastroso que ha sido para los jóvenes.
Y cuando llegan los problemas, las autoridades se lavan las manos. A mi me han llegado a decir que la culpa de todo, la vecina, una loca, en fin.
Cuando esa señora, ya en tiempos del actual alcalde, va al ayuntamiento a quejarse por enésima vez, el señor alcalde le dice sin ningún rubor, "lo que diga la secretaria"... En tus manos encomiendo mi espíritu...