Él, que es muy pulcro se encomienda a cualquiera con tal de quedar fuera del tinglado este. Es la inocencia personificada. ¿Pero qué culpa va a tener el angelito de haber tenido amigos que no hacían las cosas bien, y él tan ricamente, a costa de los fracasos de los demás, hereda el trono? Y es listo, sabe bien cuando se tiene que callar o hacer callar a los suyos, para que no metan la pata. Sabe pasar la patata caliente al que sea, el caso es librarse de todo mal. E ir subiendo y subiendo en ese ascensor ultrasónico que se ha buscado para ir al cielo (político) lo antes posible. A mi no me engaña, que bien escamada estoy de tanto personajillo ilustre como he tenido el gusto o disgusto de conocer.