Pues no, graciosillos, no hubo vino español, sino que cada cual tenía en su casa la comida. La mía fue un guiso de patatas con conejo de campo tardajeño, sensacional. Que lo dejé preparado antes de la reunión, y lo guisé en cuanto salí, a eso de las 14:30 horas, porque a mi me gusta que la patata tenga el punto de cocción justo. A las 15: OO no estaba ni pasada, ni cruda. Me salió el guiso perfecto. Y a falta de pan, una buena torta tardajeña, escarola, tomate y ajo. Todo de la ilustre villa de Tardajos para regocijo de sus comensales. El aceite ya no, que los olivos no se dan por estos lares. Sería andaluz o extremeño.