EL RINCÓN DE LA NAVIDAD
En un rincón del mundo
se aloja tu espíritu, Navidad,
callado todo el año,
y cuando triste duerme, traes bondad,
mágico canto de la sementera
que alumbra a un niño en noche de paz.
Los ojos nuevos, dulce la sonrisa,
esperanza de un ser angelical
desnudo en pobre suelo,
tierno, indefenso, dispuesto a amar
a seres semejantes,
a quien nadie quisiere cobijar,
envueltos en harapos,
olvidados, sin casa, techo y pan
de una tierra extraña,
¡del Oriente, en largo peregrinar!
con el cielo por techo
de luces que alumbran su caminar:
estrellas y luceros
sembrados de destellos les guiarán
a esta tierra azotada de maldad
que teje entre las sombras
telas de araña y forma de engañar.
Los dueños y señores,
de todo lo creado, a gobernar
con la ley del avaro, sin piedad.
Carmen García
En un rincón del mundo
se aloja tu espíritu, Navidad,
callado todo el año,
y cuando triste duerme, traes bondad,
mágico canto de la sementera
que alumbra a un niño en noche de paz.
Los ojos nuevos, dulce la sonrisa,
esperanza de un ser angelical
desnudo en pobre suelo,
tierno, indefenso, dispuesto a amar
a seres semejantes,
a quien nadie quisiere cobijar,
envueltos en harapos,
olvidados, sin casa, techo y pan
de una tierra extraña,
¡del Oriente, en largo peregrinar!
con el cielo por techo
de luces que alumbran su caminar:
estrellas y luceros
sembrados de destellos les guiarán
a esta tierra azotada de maldad
que teje entre las sombras
telas de araña y forma de engañar.
Los dueños y señores,
de todo lo creado, a gobernar
con la ley del avaro, sin piedad.
Carmen García