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LA PREMONICIÓN DE LA MUERTE DE MILAGROS
Es algo inenarrable que en menos de un año, el cáncer esté a punto de acabar con una buena amiga, cuando antes ya lo hizo con familiares tuyos y tus mejores amigas, ante un mal que es irreversible, y donde cosas tan sencillas como comer, levantarse por la mañana, saludar a los amigos, recibir a los nietecillos, abrazar a tus hijos, salir de paseo, ver el sol, las nubes, las estrellas... misión imposible.
Este año, no estará Milagros con nosotros en la Misa de Reyes, y el futuro, bien incierto es, cuando ni siquiera el mal le ha permitido combatirlo con sesiones de quimio. Nada. Se ha impuesto en su organismo y está a estas alturas en la UBI. Sólo me quedan muchos whatsapp de recuerdo, muchos cafés, meriendas, paseos, visitas turísticas de amigas y de la Coral, sonrisas, lágrimas, incertidumbres, pesares, compartidos, y a ella, la insistencia mía en que tenía que recuperarse lo antes posible por lo necesaria que era para nuestro grupo. Otro "alma mater "que se nos va, si un milagro no media de su parte. Otra silla vacía en nuestra Misa de Reyes. Otra voz menos.
Cantaré y rezaré por ella, otra de mis mejores amigas, de las que tal vez, tampoco pueda despedirme ya.
¿Por qué la vida es tan cruel con tu gente, sin darles a muchos de ellos, ni la oportunidad de una lucha diaria contra el mal?
Es algo inenarrable que en menos de un año, el cáncer esté a punto de acabar con una buena amiga, cuando antes ya lo hizo con familiares tuyos y tus mejores amigas, ante un mal que es irreversible, y donde cosas tan sencillas como comer, levantarse por la mañana, saludar a los amigos, recibir a los nietecillos, abrazar a tus hijos, salir de paseo, ver el sol, las nubes, las estrellas... misión imposible.
Este año, no estará Milagros con nosotros en la Misa de Reyes, y el futuro, bien incierto es, cuando ni siquiera el mal le ha permitido combatirlo con sesiones de quimio. Nada. Se ha impuesto en su organismo y está a estas alturas en la UBI. Sólo me quedan muchos whatsapp de recuerdo, muchos cafés, meriendas, paseos, visitas turísticas de amigas y de la Coral, sonrisas, lágrimas, incertidumbres, pesares, compartidos, y a ella, la insistencia mía en que tenía que recuperarse lo antes posible por lo necesaria que era para nuestro grupo. Otro "alma mater "que se nos va, si un milagro no media de su parte. Otra silla vacía en nuestra Misa de Reyes. Otra voz menos.
Cantaré y rezaré por ella, otra de mis mejores amigas, de las que tal vez, tampoco pueda despedirme ya.
¿Por qué la vida es tan cruel con tu gente, sin darles a muchos de ellos, ni la oportunidad de una lucha diaria contra el mal?