Hay que saber que quien oculta, algo teme, con respecto a la Fiesta de la Patata, que no sabremos cuánto costaron aquellos artículos en que se daban datos falsos. No tendremos las facturas para saber cuánto ha costado el retablo de las maravillas, pero sí, que gratis no fue, y pagado con dinero de las arcas municipales. Que no nos dicen la cuantía, nada importa, ya que se sabe que eso ha tenido un precio, y nos dice acerca de la transparencia. Es, desde luego, otra forma de gobernar. Que se presume, y al final resulta lo contrario de lo que se predica. Pero hoy cambiaremos de escenario y de Tardajos nos trasladaremos a la Diputación Provincial de Burgos a ver a nuestra académica María Luisa Tobar.
Que las autoridades provinciales se pueden sentir hasta orgullosas de que haya una ciudadanía en la que durante mucho tiempo han estado invirtiendo en su formación. Doy fe de ello, que sin una formación académica he accedido a la cultura, visitando el bibliobús, participando en las diversas acciones culturales como "El Camino paso a paso", las Semanas Culturales del "Petra Lafont", la influencia de los Padres Paúles de Tardajos, con los que siempre tuve mucho trato... Luego, el que o la que está interesada en aprender lo ha hecho. Sin contar con los años en que también voluntariamente accedí a contar el día a día de Tardajos, y de otros pueblos cercanos, porque quise y porque me apetecía.
Llegó la crisis, y empecé aquí a emprender una nueva etapa, allá por el 2011, en que no hubiera estado bien que sabiendo y teniendo medios digitales los desperdiciara. Cuando estaba ya finalizando mi tarea en Diario de Burgos, todavía tuve la gentileza de acoger al que es hoy alcalde. Y lo que son las cosas, que a quien te da la palabra en Burgos, llegado el tiempo se la niegas en un muro personal. Como si una persona fuera capaz de dar o quitar la palabra a quien la hizo suya a base de lucha, constancia y ganas de disfrutar de ella. No niega el que quiere sino el que puede.
Y la vida continúa, y ganas de seguir adelante no me falta.
Que las autoridades provinciales se pueden sentir hasta orgullosas de que haya una ciudadanía en la que durante mucho tiempo han estado invirtiendo en su formación. Doy fe de ello, que sin una formación académica he accedido a la cultura, visitando el bibliobús, participando en las diversas acciones culturales como "El Camino paso a paso", las Semanas Culturales del "Petra Lafont", la influencia de los Padres Paúles de Tardajos, con los que siempre tuve mucho trato... Luego, el que o la que está interesada en aprender lo ha hecho. Sin contar con los años en que también voluntariamente accedí a contar el día a día de Tardajos, y de otros pueblos cercanos, porque quise y porque me apetecía.
Llegó la crisis, y empecé aquí a emprender una nueva etapa, allá por el 2011, en que no hubiera estado bien que sabiendo y teniendo medios digitales los desperdiciara. Cuando estaba ya finalizando mi tarea en Diario de Burgos, todavía tuve la gentileza de acoger al que es hoy alcalde. Y lo que son las cosas, que a quien te da la palabra en Burgos, llegado el tiempo se la niegas en un muro personal. Como si una persona fuera capaz de dar o quitar la palabra a quien la hizo suya a base de lucha, constancia y ganas de disfrutar de ella. No niega el que quiere sino el que puede.
Y la vida continúa, y ganas de seguir adelante no me falta.