Y justo el año pasado, Rodrigo Pérez Barredo, también estaba al tanto como descubrí anoche. Esto de internet es algo mágico pues muchos días he buscado y hasta ayer no aparecieron esos artículos. ¿Qué sería internet para el Quijote? Otro día pensé en los
molinos eólicos, inalcanzables para el manchego. ¿Lo sería también para el burgalés Avellaneda? Imaginación, tejed las telas de araña en su busca.