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Hay una razón de fondo. Desde mucho tiempo atrás a los cazadores se los ha denostado y despreciado en su actividad, en pos de una nueva concepción que dice ser ecologista y no lo es. Hay muchas formas de pasar el tiempo libre, desde luego, y válidas muchas. Desde pertenecer a clubes deportivos de fútbol, de tenis, de senderismo, de lo que sea donde se tenga que guardar unas normas para todos por igual porque esta sociedad está necesitada de un aprendizaje de normas básicas, para todo. Hasta para salir a dar un paseo. El motivo es que nos estamos haciendo muy incívicos, y desde hace tiempo.
miguel delibes era un gran cazador escritor i enamorado de sus raizes
Cierto. Lo uno no quita lo otro, como él bien pudo demostrar a lo largo de su vida. Mayor preocupación que él tuvo por el campo, las libertades, la naturaleza, no lo ha demostrado hasta la fecha ni el ecologista mas entregado. Desde luego que no he leído nada acerca de este tema pues a mi la caza no me apasiona lo más mínimo. No dejo de comprender que haya quien lo defienda y lo viva. Comprendo que es una actividad deportiva como otra cualquiera, pero mucho más productiva que otras, que se subvencionan, y por contra, ésta se mantiene por sí misma por sus propios socios, y encima ha producido siempre ingresos al ayuntamiento. Sin ser valorados, desde luego, porque donde mucho se necesita todo parece poco.
Incluso desde el ayuntamiento vecino he oído que los de Tardajos desaprovechábamos el coto, que en Rabé sacan mayores beneficios, etc... Y cada pueblo gestiona sus recursos como quiere, eso entiendo yo. Aquí los socios lo han logrado mantener porque han estado unidos, porque son suyas las tierras, en la mayoría de los casos, y si no, son los propietarios quienes les autorizan. Se ha sabido gestionar y en tiempos de crisis, en que han adquirido la titularidad para un montón de años debido a la dejación de funciones de algunos y ante la decisión de los socios que así lo reclamaban.
Sin conocer mucho, los mejores cazadores que hay en Tardajos son los más enamorados de la naturaleza. Y saben un montón, tanto como para poder crear una escuela, si lo supieran canalizar. Sin haber ido a estudiar, basándose en sus propias experiencias y las enseñanzas recibidas. Eso tiene más mérito que todas las titulaciones, que encima, a muchos parece que se las regalan. Cuando ahora hay tantos técnicos medioambientales que debían revisar lo que aplican, ya que muchas veces ni idea tienen de lo que es el medio natural, porque nunca lo han vivido.
Una vez, una, a mi me preguntó qué plantas eran las que veíamos. Y yo me llevaba las manos a la cabeza. Una titulada, Dios padre, y que yo la tenga que dar lecciones. Y así me he encontrado a alguna que otra, preguntándome sobre alguna cosa elemental, y lo mismo me decía, ¿pero dónde te habrán dado a ti tus diplomas que no llegan ni a título, siquiera?. Quizás enchufe puro y duro, porque si no es que no hay quien lo entienda. Que luego vas y a esas tan entendidas les preguntas algo y divagan de mala manera. Si, si, y luego, ha sido, no, no, te buscas las habichuelas por ti misma. Y a fe mía que lo hice. Así son algunas, que gracias a Dios, una acaba conociendo bien el percal. Y unas porque no saben nada, y otras porque fingen ayudar, a la hora de la verdad te la pintan. Apañadas estamos las de en medio si no espabilásemos por nosotras mismas.
Incluso desde el ayuntamiento vecino he oído que los de Tardajos desaprovechábamos el coto, que en Rabé sacan mayores beneficios, etc... Y cada pueblo gestiona sus recursos como quiere, eso entiendo yo. Aquí los socios lo han logrado mantener porque han estado unidos, porque son suyas las tierras, en la mayoría de los casos, y si no, son los propietarios quienes les autorizan. Se ha sabido gestionar y en tiempos de crisis, en que han adquirido la titularidad para un montón de años debido a la dejación de funciones de algunos y ante la decisión de los socios que así lo reclamaban.
Sin conocer mucho, los mejores cazadores que hay en Tardajos son los más enamorados de la naturaleza. Y saben un montón, tanto como para poder crear una escuela, si lo supieran canalizar. Sin haber ido a estudiar, basándose en sus propias experiencias y las enseñanzas recibidas. Eso tiene más mérito que todas las titulaciones, que encima, a muchos parece que se las regalan. Cuando ahora hay tantos técnicos medioambientales que debían revisar lo que aplican, ya que muchas veces ni idea tienen de lo que es el medio natural, porque nunca lo han vivido.
Una vez, una, a mi me preguntó qué plantas eran las que veíamos. Y yo me llevaba las manos a la cabeza. Una titulada, Dios padre, y que yo la tenga que dar lecciones. Y así me he encontrado a alguna que otra, preguntándome sobre alguna cosa elemental, y lo mismo me decía, ¿pero dónde te habrán dado a ti tus diplomas que no llegan ni a título, siquiera?. Quizás enchufe puro y duro, porque si no es que no hay quien lo entienda. Que luego vas y a esas tan entendidas les preguntas algo y divagan de mala manera. Si, si, y luego, ha sido, no, no, te buscas las habichuelas por ti misma. Y a fe mía que lo hice. Así son algunas, que gracias a Dios, una acaba conociendo bien el percal. Y unas porque no saben nada, y otras porque fingen ayudar, a la hora de la verdad te la pintan. Apañadas estamos las de en medio si no espabilásemos por nosotras mismas.