Recientemente me enteré que los pinos que habían repoblado, y a lo que achacaban la infección de la procesionaria se debía a que eran pinos austriacos. O sea, que ha vuelto a pasar lo que sucedió con el cangrejo autóctono, y no aprendemos. Que en cada lugar predomina una especie. En aquella ocasión menudo estrago que hizo el cangrejo americano, y ahora de nuevo con el pino austriaco. ¿Qué no habrá pinos en España para ir a Austria a por ellos? En fin que no tenemos remedio cuando creemos que lo de fuera es lo mejor. Y lo fácil que es que nazca un pino a partir de un piñón. El día que aprendamos a hacer algo por nosotros mismos...