No me digáis que no parece un cuadro porque lo es. A mi me encanta Tardajos en primavera, y con conocimiento de causa que me lo llevo ya pateado a tope. Primero, paseando a mis hijos en sus coches y sillas, luego por mi cuenta y riesgo. ¡Que no me he arriesgado yo ni nada!, metiéndome a la Balsa de Regadío por una pequeña hendidura en la valla. Me tocaba si quería entrar hacer contorsiones como si fuera una culebra, pero entraba y hacía buenas fotos. Que no son más que una muestra aquí, porque en archivos tengo muchas más. Ahora tengo que tener cuidado si llevo a mi perro porque el agujero ha crecido, y según me han dicho, hay más; así que cualquier día aparece un nuevo zorro dentro. Ya me han dicho que quedan en verdad pocos, y que están en peligro de extinción estos inteligentes ejemplares. Ay, locas aventuras en estas tierras que he recorrido con placer. Para que me vengan a decirme a mi, la necesidad de caminos con los que tenemos.
Lo que es verdad es que hay que revalorizar, o mejor dicho, darle el valor que tienen nuestros paisajes, que siempre hay quien desprecia. Pero como todo lo del campo, en realidad. Era lo que me daban a mi en mis tiempos de administrativa aquí, que si la Fiesta de la Patata, que si las cartas de los agricultores, los recibos en sus muchas variantes, y e incluso la lectura de contadores conflictivos... que no voy a saber yo de Tardajos, habiendo accedido incluso a los archivos, además. Lo pasado, lo presente, y el futuro, eso es lo que me toca seguir viviendo, como a cada hijo o hija de la vecindad, y puntual, según vaya llegando que, adivina no soy, pero sí que tengo un sencillo pensamiento lógico. Causa y efecto. ¿Os suena?
Lo que es verdad es que hay que revalorizar, o mejor dicho, darle el valor que tienen nuestros paisajes, que siempre hay quien desprecia. Pero como todo lo del campo, en realidad. Era lo que me daban a mi en mis tiempos de administrativa aquí, que si la Fiesta de la Patata, que si las cartas de los agricultores, los recibos en sus muchas variantes, y e incluso la lectura de contadores conflictivos... que no voy a saber yo de Tardajos, habiendo accedido incluso a los archivos, además. Lo pasado, lo presente, y el futuro, eso es lo que me toca seguir viviendo, como a cada hijo o hija de la vecindad, y puntual, según vaya llegando que, adivina no soy, pero sí que tengo un sencillo pensamiento lógico. Causa y efecto. ¿Os suena?
