Los hechos que se han producido, tras las fiestas han sido pintadas por todo el Centro Escolar "Petra Lafont", rotura de cristales, desperfectos varios, carteles que incitaban al consumo de bebidas alcohólicas, etc, etc. Que bien se silenció en el pleno.
La realidad con la que se toparon los profesores el día que tuvieron que reanudar las clases, debieron ser muy poco estimulantes para el ejercicio de la docencia en Tardajos. Que me imagino cómo se pudieron sentir, al llegar al centro de trabajo para seguir educando a los alumnos y ver tanto desbarajuste por doquier. Ellos mismos tuvieron ese día que hacer de tripas corazón y coger las escobas, limpiar y retirar los cristales, y también llamar al Ayuntamiento, al Señor Alcalde, y denunciar ante el cuartel de la Guardia Civil el lamentable estado del Centro Escolar. Os aseguro que yo misma me decía, cállate, al igual que alguno de mi entorno, mas mi otra yo ha vencido. Y me ha dicho, habla, esto si se calla es que se acepta. Total que tengo que perder, nada. Y quizás, sea un ejemplo de lo mucho que podemos hacer cuando pensamos que nada se puede hacer, hablar, exponer, tratar unos problemas que al parecer no tienen solución en manos de los políticos porque si exponen no los votan. Y como a mi nadie me va a tener que votar porque no voy a dar pie a ello, lo expondré razonadamente.
Es un tema que ha pasado en Tardajos pero que pasa en cualquier pueblo de provincia de Burgos, al menos que yo sepa. Si no en el colegio, si en los monumentos más emblemáticos de algunos edificios. Pero es un problema que muy bien sus señorías pudieran abordar en sus cómodas sillas de la Diputación Provincial de Burgos. También es un problema de opinión pública el razonar qué se está haciendo con los jóvenes. Es la sociedad, en general quien avala este tipo de entretenimiento social actual basado en la bebida. Y tiempo habrá de seguir analizando y exponiendo.
La realidad con la que se toparon los profesores el día que tuvieron que reanudar las clases, debieron ser muy poco estimulantes para el ejercicio de la docencia en Tardajos. Que me imagino cómo se pudieron sentir, al llegar al centro de trabajo para seguir educando a los alumnos y ver tanto desbarajuste por doquier. Ellos mismos tuvieron ese día que hacer de tripas corazón y coger las escobas, limpiar y retirar los cristales, y también llamar al Ayuntamiento, al Señor Alcalde, y denunciar ante el cuartel de la Guardia Civil el lamentable estado del Centro Escolar. Os aseguro que yo misma me decía, cállate, al igual que alguno de mi entorno, mas mi otra yo ha vencido. Y me ha dicho, habla, esto si se calla es que se acepta. Total que tengo que perder, nada. Y quizás, sea un ejemplo de lo mucho que podemos hacer cuando pensamos que nada se puede hacer, hablar, exponer, tratar unos problemas que al parecer no tienen solución en manos de los políticos porque si exponen no los votan. Y como a mi nadie me va a tener que votar porque no voy a dar pie a ello, lo expondré razonadamente.
Es un tema que ha pasado en Tardajos pero que pasa en cualquier pueblo de provincia de Burgos, al menos que yo sepa. Si no en el colegio, si en los monumentos más emblemáticos de algunos edificios. Pero es un problema que muy bien sus señorías pudieran abordar en sus cómodas sillas de la Diputación Provincial de Burgos. También es un problema de opinión pública el razonar qué se está haciendo con los jóvenes. Es la sociedad, en general quien avala este tipo de entretenimiento social actual basado en la bebida. Y tiempo habrá de seguir analizando y exponiendo.