Y ahí no acaba todo, porque no hay que olvidar que además de diputado provincial es excelentísimo alcalde de la Villa Noble de Tardajos. Así que le toca ir a la oficina municipal a mandar que todo se haga a su gusto, eso sí, de manera complaciente, y halagando en todo momento como un buen caballero. ¡Qué guapas estáis hoy! ¡Qué bonito vestido!, ¡Qué perfume! Así da gusto ir a la oficinita de uno, en que uno manda como un jefe auténtico. ¡Uy! De esta manera, todo un señor acapara cuatro manos, dos cabezas pensantes y profesionales al cien por cien. Y aún así, se da la circunstancia, que otros también contaron con la colaboración que ahora disfruta él, y estamos sin normas subsidiarias aún. La ley de transparencia no se refleja en la web, sino que hay que trabajársela día a día, preguntando, y exigiendo que nos den las cuentas que queremos saber.
Justo hoy, repasando papeles me he topado con un artículo de fiestas del 1993 (en que yo estaba embarazada pues mi hijo aún no había nacido y guardando reposo, tejiendo, sobre todo. Leía pero muy poco pues me encantaba hacer ganchillo y punto)
Después de aquello vendrían los lodos tras unos años, concretamente en el 1996, y todo cambió para mí, porque decidí que ya había hecho suficiente ropa que nadie quería ponerse, y decidí que había llegado la hora de retomar viejas lecturas y volver a escribir poemas. Todo, antes del 1996, fecha clave para Tardajos. Porque además yo estaba en plena batalla con las directivas del grupo de danzas " Virgen de las Aguas", ya que nos habían dado unas papeletas sin consultar a las socias, y por ahí es que yo no iba a pasar. Y no pasé. Reclamé democracia en la asociación y la democracia se hizo. Lo que me demuestra que las cosas no son gratis, que hay que ganárselas pulso a pulso, aunque en teoría sea así. Era de sentido común y por eso nos empeñamos varias madres en que se hicieran las cosas bien, que se contara con los padres, etc...
Además de llevar a mi hijo a bailar danzas, yo cantaba y era a la sazón secretaria de la Coral de Tardajos. Y para el 1996 acepté el cargo de secretaria de APAS al solicitarme algunas madres que acudiera a ayudar porque me decían que yo podría hacer una buena labor allí también. Y lo acepté. Y es verdad, muy buena labor hice pero... tuve un fallo, y es que me gustaba que toda la gestión fuera transparente, legal y participativa. De todo se aprende, que si quieres hacer las cosas bien, no siempre te dejan. Y seguido empecé a ser corresponsal del Diario de Burgos en Tardajos, y juez de paz, por lo que acumulo mucha experiencia de todo tipo.
Mientras otros como no había crisis a trabajar en sus oficinas, pero sin volver la vista a este pueblo que ahora se les antoja tan suyo y de tantas raíces. Aquí, sin embargo a muchos y a muchas nos ha tocado bregar con la más fea y siempre. Suerte que tienen otros, y que les dure.
Justo hoy, repasando papeles me he topado con un artículo de fiestas del 1993 (en que yo estaba embarazada pues mi hijo aún no había nacido y guardando reposo, tejiendo, sobre todo. Leía pero muy poco pues me encantaba hacer ganchillo y punto)
Después de aquello vendrían los lodos tras unos años, concretamente en el 1996, y todo cambió para mí, porque decidí que ya había hecho suficiente ropa que nadie quería ponerse, y decidí que había llegado la hora de retomar viejas lecturas y volver a escribir poemas. Todo, antes del 1996, fecha clave para Tardajos. Porque además yo estaba en plena batalla con las directivas del grupo de danzas " Virgen de las Aguas", ya que nos habían dado unas papeletas sin consultar a las socias, y por ahí es que yo no iba a pasar. Y no pasé. Reclamé democracia en la asociación y la democracia se hizo. Lo que me demuestra que las cosas no son gratis, que hay que ganárselas pulso a pulso, aunque en teoría sea así. Era de sentido común y por eso nos empeñamos varias madres en que se hicieran las cosas bien, que se contara con los padres, etc...
Además de llevar a mi hijo a bailar danzas, yo cantaba y era a la sazón secretaria de la Coral de Tardajos. Y para el 1996 acepté el cargo de secretaria de APAS al solicitarme algunas madres que acudiera a ayudar porque me decían que yo podría hacer una buena labor allí también. Y lo acepté. Y es verdad, muy buena labor hice pero... tuve un fallo, y es que me gustaba que toda la gestión fuera transparente, legal y participativa. De todo se aprende, que si quieres hacer las cosas bien, no siempre te dejan. Y seguido empecé a ser corresponsal del Diario de Burgos en Tardajos, y juez de paz, por lo que acumulo mucha experiencia de todo tipo.
Mientras otros como no había crisis a trabajar en sus oficinas, pero sin volver la vista a este pueblo que ahora se les antoja tan suyo y de tantas raíces. Aquí, sin embargo a muchos y a muchas nos ha tocado bregar con la más fea y siempre. Suerte que tienen otros, y que les dure.