Y hablando de la fiesta de la Patata, que siempre animé, aún sin ser colaboradora del Diario de Burgos, sino como simple ama de casa. Escribiendo y luchando por esa fiesta, de que otras renegaban y yo lo hacía todo con mucho gusto. Hacía de todo porque quería: colaboración, guisos, tortillas, decoración, papeleo administrativo y mucho ingenio. Y ahí me ha pasado como con el ganchillo y el punto. Se acabó, que yo no voy a hacer ni una tortilla más, que hartas he hecho desde que la fiesta empezó, justo hasta que cambiamos de alcalde. Y entonces se dio a conocer del todo. Al menos a mi me dio la cara oculta que nunca había enseñado a nadie, cosa que me alegro, porque es mejor saber que ignorar. Hasta la palabra podría haber perdido si no hubiera tenido el corage necesario para luchar por ella.
A otros, justo durante las elecciones, se les dio a conocer también, cuando les exigió ser el primero en la lista y no cedieron. Todo acaba sabiéndose, tarde o temprano. Una cosa es muy clara y es que la historia de Tardajos la hemos ido escribiendo, día a día, con cada una de nuestras actuaciones.
A mi también durante las elecciones me picó la mosca en la oreja, cuando me decía que escribiera sobre él. Y muy clara fui, propaganda electoral, no gracias. Que te la pague tu partido, le dije que es lo que suelen hacer los demás.
A otros, justo durante las elecciones, se les dio a conocer también, cuando les exigió ser el primero en la lista y no cedieron. Todo acaba sabiéndose, tarde o temprano. Una cosa es muy clara y es que la historia de Tardajos la hemos ido escribiendo, día a día, con cada una de nuestras actuaciones.
A mi también durante las elecciones me picó la mosca en la oreja, cuando me decía que escribiera sobre él. Y muy clara fui, propaganda electoral, no gracias. Que te la pague tu partido, le dije que es lo que suelen hacer los demás.